Asimismo, la pobreza extrema se redujo de 11.5 a 11.4 millones de personas entre 2012 y 2014, lo que supuso una disminución del 9.8 % a 9.5 % del total poblacional de este país latinoamericano.
De acuerdo con estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población del país pasó de 117.3 millones en 2012 a 119.9 millones de habitantes en 2014, es decir, hubo un incremento de 2.6 millones de personas.
Entre 2012 y 2014, el porcentaje de la población rural en pobreza disminuyó al pasar del 61.6 % a 61.1 %, mientras que en el caso de la población urbana esta aumentó de 40.6 a 41.7 %.
Según el informe de Coneval, la pobreza aumentó en 13 de las 32 entidades federativas.
Estas son Baja California Sur (noroeste), Coahuila (norte), Chiapas (sur), Hidalgo (centro), Estado de México (centro), Guanajuato (centronorte), Michoacán (oeste), Morelos (centro), Oaxaca (sur), Sinaloa (norte), Sonora (norte), Tlaxcala (centro) y Veracruz (este).
Chiapas, con un 76.2 % de su habitantes en pobreza, Oaxaca, con el 66.8 %, el sureño estado de Guerrero con el 65.2 % y el céntrico estado de Puebla, con el 64.5 %, son las regiones con un mayor porcentaje.
Por géneros, 46.3 % de las mujeres y 46 % de los hombres se encuentran en situación de pobreza, reveló el informe.
Asimismo, entre la población indígena, históricamente la más desfavorecida, la pobreza aumentó, representando en 2014 8.7 millones de personas, un 73.2 % del colectivo.
De estos, el 31.8 % vive en situación de pobreza extrema. Para el estudio de la medición de la pobreza, el Coneval tienen en cuenta dos factores.
En 2014, el sueldo mínimo en México fue de 146.15 dólares al mes, ubicándose en la cola de la región, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
De hecho, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) situó al país como el único con el salario mínimo inferior al umbral de la pobreza.
Por una parte, el ingreso de los hogares, y por otro lado las seis carencias sociales, que pueden ser en materia de educación, acceso a los servicios de salud, acceso a la seguridad social, calidad y espacios de la vivienda, acceso a servicios básicos en la vivienda y acceso a la alimentación.
De acuerdo con datos del instituto de estadísticas, el ingreso corriente total promedio trimestral por hogar se redujo en términos reales en 3.5 % entre 2012 y 2014, perdiendo las familias poder de compra.
Los resultados indican que la reducción del ingreso, entre estos dos años, se presentó en todos los niveles excepto en el que corresponde a la población más pobre, donde se incrementó en 2.1 %.
Por áreas, el rezago educativo se redujo de 19.2 % a 18.7 % de la población pobre, lo que en términos absolutos significa que bajó de 22.6 a 22.4 millones de personas.
La carencia de acceso a los servicios de salud bajó de 21.5 % a 18.2 % y la de acceso a la seguridad social bajó de 61.2 % a 58.5 %.
Por otro lado, la carencia de acceso a los servicios básicos en la vivienda se mantuvo sin cambios en el 21,2 % aunque, dado el aumento poblacional, pasó de 24,9 a 25,4 millones de personas, destacó el informe.
La carencia relacionada con el acceso a la alimentación aumentó levemente al pasar de 23.3 % a 23.4 %, hasta alcanzar los 28 millones de personas.
Tras conocerse el informe, el ministerio de Desarrollo Social destacó que “con una adecuada focalización se ha reducido la pobreza extrema”.
“Esto muestra que la prioridad que se planteó la política social de ir primero al núcleo duro de la pobreza, a los más pobres entre los pobres, a los olvidados de siempre, así como la focalización en la población que verdaderamente lo necesita, está dando resultados”, señaló el ministerio en un comunicado.