En el 2022, parte del debate de los economistas rondaba sobre los efectos en las remesas por el acontecer económico de Estados Unidos, influenciado por el incremento constante de la tasa de interés de referencia por parte de la Reserva Federal (Fed, banca central) para frenar la espiral inflacionaria y se temía una recesión.
Al final, ya no entró en ese ciclo y los pronósticos más recientes apuntan a que logrará una tasa de crecimiento de 1.8% en el 2023 y de 1% en 2024, lo que es positivo, pero reflejará una desaceleración -ritmo de crecimiento menor- respecto al 2022 cuando se sitúo en 2.1%.
A pesar de tal escenario, no se prevé ningún impacto directo en los flujos de remesas y los datos revisados recientemente por la Junta Monetaria (JM) indican que la tasa de crecimiento será de 11% para 2023 y de 9.5% para 2024.
Así lo indicaron Álvaro González Ricci, presidente, y Johny Gramajo, gerente económico, del Banco de Guatemala (Banguat), al especificar que al cierre de este año se estima un ingreso de US$20 mil 24.8 millones (unos Q156 mil 193 millones), que equivalen al 19.6% del PIB. Anteriormente el monto era de US$19 mil 393 millones, con una tasa de crecimiento de 7.5%, pero el modelo se corrió hacia el alza.
Para el 2024 el nuevo pronóstico indica que Guatemala estaría recibiendo US$22 mil 927.1 millones (unos Q178 mil 831 millones o 20.3% del PIB) y significará un aumento de US$1 mil 370 millones respecto a la estimación original.
“Hemos estado observando que hay un aumento en las remesas familiares que viene de dos factores: el primero es la cantidad que los migrantes envían a Guatemala, pero también ha habido un aumento en el número de connacionales en Estados Unidos”, explicaron.
Gramajo citó que al hacer la comparación entre la encuesta de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) del 2022 contra la de 2016, el número de guatemaltecos que residen ahora en Estados Unidos se estima en 2.9 millones y de ellos, un 70% envía remesas, como resultado de sus actividades productivas en sectores como la agricultura y servicios como la conducción de vehículos de transporte pasado que “obviamente hace atractivo que exista una mayor demanda de trabajadores para estas labores”.
Según la OIM, el promedio mensual de remesas recibidas por una persona el año pasado fue de US$831, pero hace seis años era de US$379; las familias receptoras de remesas se estima en un millón 748 mil (unos seis millones 555 mil personas), y los remitentes de remesas son dos millones 141 mil personas.
El principal destino de estos recursos es el consumo en el hogar, según los resultados de la Encuesta Sobre Migración Internacional de Personas Guatemaltecas y Remesas 2022 que llevó a cabo OIM, y en la cual determinó que el 43.8% de las familias receptoras lo destinan a satisfacer sus necesidades primarias.
¿Cómo hay que leerlo?
Para Hugo Maúl, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), hay varios canales principales: primero que las estimaciones que había realizado la banca central para el crecimiento de las remesas este año y para la meta del próximo, “eran bastante conservadoras” y era algo que se tenía que revisar tarde o temprano.
“Modificar hacia el alza el pronóstico original fue bueno porque es un fenómeno que sigue en crecimiento, en esencia por dos razones: primero que la economía norteamericana no entró en la temida recesión que se esperaba, y aunque se ha ralentizado, sigue mostrando indicadores importantes en cuanto a la creación de empleo. Y lo otro es que la migración “básicamente no para”.
En el mercado laboral de Estados Unidos hay una demanda de mano de obra, independientemente de las políticas migratorias que se están implementando, pero en el caso de Guatemala (en algunas regiones del país), ya no se encuentra personal para trabajar en algunos sectores productivos, apuntó.
Más flujo en corto tiempo
Al hacer un análisis del comportamiento de las remesas desde el 2010, se confirma que en la previsión realizada para 2023 y 2024, Guatemala estaría recibiendo US$41 mil 951 millones en estos 24 meses, lo que significaría el 27.5% de lo recibido en ese período (si efectivamente totaliza US$151 mil 999 millones).
Respecto a los US$4 mil 127 millones recibidos en 2010, el aumento sería del 385% para 2023 y de 431% para 2024, respectivamente.
Guatemala en el top 10
El reporte “Remesas familiares a América Latina y el Caribe 2023”, de la entidad Diálogo Interamericano presentado a principios de septiembre ubica Guatemala dentro de los 10 países con un mayor flujo de remesas familiares en América Latina y el Caribe.
Para toda la región se espera cerrar el 2023 en US$157 mil millones, estableciendo una nueva cifra histórica, siendo México el principal país que más ingresos de divisas por remesas recibirá, mientras que Guatemala ocupará una segunda posición en la región.
La referida organización, señala en el documento que Guatemala estaría recibiendo unos US$20 mil 333 millones por concepto de remesas.
EE. UU. sigue en la lucha
La Reserva Federal (Fed) se encuentra en el segundo año de su batalla contra la inflación, en la cual ha elevado las tasas de interés 11 veces desde marzo del año pasado. Con un 5.4%, la tasa de endeudamiento de referencia de la Fed está en el nivel más alto en 22 años.
Los aumentos de tasas tienen como objetivo enfriar el mercado laboral y reducir los salarios, lo que muchos economistas creen que ayuda a aliviar la presión sobre el crecimiento de los precios. Aunque algunas medidas de inflación han bajado considerablemente —de un 9% a cerca de un 3%— desde que la Fed comenzó a subir las tasas de interés, el mercado laboral se ha mantenido mejor de lo que muchos esperaban.
A principios de este mes, el gobierno informó que los empleadores estadounidenses agregaron 187 mil puestos de trabajo en agosto, otra señal de un mercado laboral saludable. Aunque la tasa de desempleo aumentó hasta el 3.8%, sigue siendo baja, según medidas históricas.
La economía estadounidense ha estado agregando un promedio de alrededor de 236 mil empleos por mes este año, por debajo del aumento pandémico de los dos años anteriores, pero sigue siendo una cifra sólida.
En tanto, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, anunció este lunes que se han identificado más de 18 mil empleos disponibles en diversas áreas, desde tecnología a agricultura, con casi 400 empleadores dispuestos a contratar inmigrantes que hayan obtenido sus permisos de trabajo en Estados Unidos.
Hochul ordenó el pasado 24 de agosto al Departamento del Trabajo del estado que estudiara con los empleadores qué puestos vacantes podrían ocupar los trabajadores inmigrantes y de esa forma, ayudarles a salir de los albergues en que están desde que llegaron a Nueva York.
El pasado 21 de agosto, la Administración del presidente Joe Biden informó que dará permiso de trabajo a los inmigrantes venezolanos, lo que tendrá gran repercusión en Nueva York donde desde hace un año han llegado más de 100 mil indocumentados, una gran parte ese país, y la mitad continúa bajo cuidado de la ciudad, lo que ha creado una crisis humanitaria y fiscal.
Con información de La Voz de América y EFE.
