El mandatario destacó la importancia de alcanzar un acuerdo con UE, segundo destino de las exportaciones no petroleras de Ecuador, antes de que expiren a finales de año las preferencias arancelarias que concede el bloque comunitario a los productos andinos.
Ecuador también enfrenta el riesgo de perder mercado ante sus vecinos Perú y Colombia, que ya firmaron un acuerdo de libre mercado con Europa, y cuyas ventajas arancelarias podrían restar competitividad a productos claves como el banano.
Las delegaciones europea y ecuatoriana concluyeron el viernes la segunda ronda de conversaciones.
“Mientras no esté todo negociado, nada está aprobado (…), y si firmamos, y algo funciona mal, se puede denunciar ese acuerdo”, enfatizó el mandatario.
Correa agregó que el Gobierno no cruzará las “líneas rojas” que ha fijado en temas como acceso a mercados, propiedad intelectual, servicios y contrataciones públicas, un sector que al año mueve US$10 mil millones y que, según el Gobierno, favorece a pequeños y medianos empresarios que podrían salir perjudicados en caso de que se abra la competencia a los europeos.