Economía

En dos años, la tarifa eléctrica sube entre 18 y 39 centavos por kWh, incluido el ajuste del 1 de agosto

Las tarifas de la energía al consumidor se han incrementado, independientemente de la estación del año o el equipo de generación utilizado.

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Las tarifas de energía han tenido alzas leves pero constantes en los dos últimos años. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Para los usuarios de la Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A. (EEGSA) las tarifas han subido 19 centavos (Q0.19) por kilovatio/hora (kWh) en el segmento de tarifa social, 18 centavos (Q0.18) en la tarifa no social, en ambos casos, las alzas representan alrededor de 15% en dos años.

Este dato incluye el más reciente aumento de 6 centavos por kWh y que entra en vigencia el 1 de agosto próximo, con lo que la social se ubica en Q1.39 por kWh y la no social en Q1.47, para un aumento de 4.2% y 4.5% respecto a los precios vigentes en julio.

Mientras que para la Distribuidora de Electricidad de Occidente, S. A. (Deocsa) y Distribuidora de Electricidad de Oriente, S. A. (Deorsa), el aumento en dos años ha sido de Q0.39 tanto en el segmento social, como en el no social, lo que representa aproximadamente 22% de incremento de agosto del 2020 al mismo mes del 2022.

En esta cifra ya se incluye la más reciente alza de 8 centavos por kWh, (entre 3.6% y 4%) que se aplicará a partir del lunes. 

¿Por qué los aumentos?

La Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) explica que en la decisión de subir las tarifas en el ajuste trimestral que empieza el 1 de agosto,  influyeron diversos factores.

El primero es que para el trimestre que inicia en agosto, se toman en cuenta los costos de generación de los meses abril, mayo y junio, período en el que se registraron incrementos en los precios internacionales de los combustibles utilizados para la generación de electricidad (carbón, petróleo y gas natural). Las alzas vienen desde el segundo semestre de 2021, y se agudizaron a partir de febrero de este año.

El precio promedio del carbón subió 41% de abril a junio pasado respecto al de enero a marzo; en promedio, el petróleo subió 16% y el gas natural, 65%, citó la CNEE. También se incluyen indicadores como inflación y tipo de cambio.

Luis Ortiz, presidente de dicha Comisión, expuso que otro factor es la estacionalidad, ya que en abril y durante varias semanas de mayo aún no había iniciado el invierno en el país, por lo que las hidroeléctricas aportaron menos que en otras temporadas; además, va terminando la generación con biomasa (desperdicio de caña de azúcar) con el fin de la zafra.

Mientras que en abril, el 41.5% de la generación fue cubierta con recursos no renovables y en mayo subió a 54.8%. En junio ya se necesitaron menos combustibles fósiles y el consumo se situó en 23.3%.

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Al preguntarle por qué se toman en cuenta los costos segundo trimestre para calcular las tarifas del tercero, el funcionario expuso que la decisión no es arbitraria, sino que está regulada.

“Los meses más dramáticos en costos de generación fueron abril y mayo porque se tuvo que convocar a utilizar recursos como petróleo y carbón. En el trimestre que inicia en noviembre se reflejará el comportamiento del invierno y se espera una estabilización de las tarifas”.

Otro aspecto que se toma en cuenta es que las distribuidoras tienen contratos con generadores de diferentes tecnologías y cuando hace falta energía, se adquiere en el mercado spot (compra/venta de energía sin contrato) y aunque las tarifas de electricidad no necesariamente responden en un100% a lo que pasa en el spot, sí hay cierto efecto, agregó.

 

Por último, resumió que los precios del petróleo se mantuvieron por encima de US$100, la tonelada de carbón, en alrededor de US$400 y los precios spot rondaron los US$160 por megavatio, en promedio.

Carlos Colom, expresidente de la CNEE, confirma el comportamiento de la estacionalidad, indicando que uno de los trimestres más altos en costos de generación es de abril a junio, debido a la estacionalidad entre la época seca y el inicio de invierno.

“Por eso, las personas se confunden y critican que hay alza de tarifas en julio cuando está lloviendo y los embalses de las hidroeléctricas están llenos”.

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Y recalcó que este año será difícil debido a los altos costos en los combustibles, pero se espera que entre el invierno y la zafra, se estabilicen las tarifas.

Cómo quedan las tarifas

Con esos cambios, las tarifas en cada distribuidora quedan así a partir del 1 de agosto:

Tarifa social

  • EEGSA: Q1.39 por kWh al mes
  • Deocsa: Q2.20 por kWh al mes
  • Deorsa: Q2.10 por kWh al mes

Tarifa no social

  • EEGSA: Q1.47 por kWh al mes
  • Deocsa: Q2.33 por kWh al mes
  • Deorsa: Q2.20 por kWh al mes

Mantienen subsidio

Para el segmento de tarifa social, se mantendrá el subsidio que se brinda mediante el Instituto Nacional de Electrificación (Inde) para cubrir a quienes consumen de 0 a 88 kWh al mes, y de forma temporal, se amplió para quienes consumen hasta 100 kWh.

Este subsidio se aplica de forma que los usuarios que consumen hasta 60 kWh al mes pagarán Q0.50 por cada kWh al mes. Quienes utilizan de 61 a 88 kWh, pagarán Q0.87; el grupo que demanda de 89 a 100 kWh al mes, temporalmente se le dará subsidio y solo deberá pagar Q1. Esta medida está vigente hasta el 31 de diciembre del 2022.

Quienes consumen de 101 en adelante no tienen subsidio y deben pagar las tarifas plenas, incluyendo las nuevas alzas. Sin embargo, el ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel, indicó esta semana que presentarán una iniciativa de ley al Congreso para que se amplíe el apoyo, de manera que cubra también a los usuarios que usan de 101 a 125 kWh al mes.

Este se aplicará dependiendo de la aprobación en el Congreso y de la fecha en que cobre vigencia el nuevo apoyo social.

 

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.