Economía

En el 2021 se inscribieron casi 52 mil empresas en el Registro Mercantil, ¿qué significa eso en medio de la pandemia?

Durante el año anterior, se inscribieron 51 mil 801 nuevas empresas en el Registro Mercantil, cifra que representa 23% más que en el 2020, cuando se registró una caída.

El registro de empresas refleja un comportamiento variable en los últimos seis años. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

El registro de empresas refleja un comportamiento variable en los últimos seis años. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

En el primer año de pandemia se reportó la apertura de 41 mil 875 empresas, lo que representó una baja de 4.3% respecto de las del 2019. Pero la cifra del 2021 superó la de ese año, al situarse en 43 mil 751. Pero fuentes consultadas expusieron que no todo es atribuible a una mejora en el crecimiento económico del país.

El comportamiento por año ha sido variable, ya que en el 2016 se reportó un crecimiento de 13.1%; en el 2017, 10.9%; en el 2018 había subido solo 1.5%; y en el 2019 creció 16.1%.

Mientras tanto, las inscripciones de sociedades mercantiles nuevas durante el 2021 fueron 8 mil 2010, un 32% más, en relación con el año 2020; y las de comerciante individual aumentaron 16.1% para llegar a 28 mil 919, según los datos del sitio electrónico de la institución

José Miguel Gutiérrez Anzueto, Registrador Mercantil General de la República, respondió que se experimentó un aumento positivo en todas sus inscripciones registrales durante el año 2021 en comparación con los años 2019 y 2020, lo que podría obedecer principalmente a las políticas económicas puestas en marcha por el Organismo Ejecutivo para la reactivación de la economía.

“Los datos mencionados reflejan la existencia de un buen clima de negocios en Guatemala, lo que permite la atracción de capitales nacionales y extranjeros. Asimismo, es positivo que aumente el número de personas que buscan la formalidad en sus respectivas actividades económicas, lo cual ayuda a generar puestos de trabajo y aumento en la tributación, entre otros beneficios”, agregó el funcionario, en respuestas enviadas por  medio de la oficina de Comunicación del Ministerio de Economía.

Para el 2022, prevé que se supere el número de inscripciones que se realizaron el año pasado, ya que se implementan nuevas herramientas tecnológicas, se capacita al personal y se amplía la cobertura tanto física como digital, para la prestación de los servicios registrales con la finalidad de disminuir tiempos y costos en los distintos trámites, agregó, aunque no expuso cuando se cumplirán las disposiciones de la denominada Ley Antitrámites.

La composición

Sigfrido Lee, viceministro de Economía, explicó que incluso con la inscripción de esas casi 52 mil empresas, la estructura sigue igual ya que el 95% son micros, pequeñas y medianas empresas (mipymes). “Normalmente, tenemos empresas relativamente pequeñas, que es parte de la estructura”, dijo Lee al indicar que muchas de esas entidades inician pequeñas y con el tiempo, van creciendo.

El viceministro no atribuye el incremento de registros a un rebote luego de la caída en el 2020, sino que menciona un mayor esfuerzo de emprendimiento, además del impulso a la formalización, porque diversos sectores reflejaron fuertes crecimientos en el 2021. Entre ellos, el de exportaciones, la dinamización de la construcción y un crecimiento significativo en el consumo.

 

“Todo el mundo habla de rebote, pero la tasa de crecimiento del 2021 es significativamente más alta que un rebote y sí hay distintas actividades que denotan una mejora significativa”, agregó.

Para el 2022, considera que va a crecer esa cifra y es muy optimista sobre que las exportaciones de productos guatemaltecos serán muy dinámicas, lo que incidirá en una mayor inscripción o formalización de negocios.

La inscripción para negocios y ventas en comercio electrónico tuvo un efecto en el 2020 que no permitió que ese registro cayera más, impulso que se siguió dando en el 2021.

Otros factores

Hugo Maul, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), es del criterio que ese tipo de datos se debe tomar con mucho cuidado, ya que la decisión de inscribir empresas ante el Registro Mercantil no necesariamente obedece a nuevas operaciones, pues también puede tratarse de empresas que ya existen y toman decisiones sobre el manejo del patrimonio por razones fiscales, consolidaciones comerciales u otros.

Y considera que con la información disponible, no se puede leer si hay una recuperación como tal, ya que puede obedecer a muchos factores no relacionados necesariamente con la actividad económica, ya que también hay abogados que se dedican a la apertura de empresas.

“Los números son buenos, pero saber cuál es su real contribución al empleo es diferente”, agregó al hablar de la operación real de las empresas inscritas.

Ricardo Rodríguez, investigador del Central American Business Intelligence (Ca-Bi), agregó que los datos del Registro no se desagregan de una forma que ayuden a entender exactamente la razón de ese crecimiento tan pronunciado.

Sin embargo, considera que también podría tener relación con que el proceso de apertura de empresas se ha vuelto más expedito, aspecto que facilita e incentiva la inscripción. A eso se le debe sumar el esfuerzo desde Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) para facilitar el registro tributario, la factura electrónica y otros trámites, que pueden ayudar a “un movimiento hacia la formalización que, al parecer, está teniendo resultados muy positivos”.

También puede darse el caso de empresas “personales” como la formalización de emprendimientos o servicios profesionales, pero no necesariamente grandes empresas.

Y, Jorge Benavides, analista de Fundesa, explicó que le han dado seguimiento a estadísticas oficiales relacionadas con registros administrativos, y los números han cambiado de forma acelerada, aspecto que atribuye a dos elementos:

Hay más personas abriendo empresas o cambiando negocios, lo cual se refleja en la inscripción de nuevos contribuyentes ante la SAT, pero también hay muchos que se inscriben como empresas, luego de haber quedado desempleados o por un emprendimiento como opción complementaria para tener más ingresos. El comportamiento también va de la mano con medidas más estrictas establecidas por la SAT, como la implementación de la Factura Electrónica en Línea (FEL).

“Otra razón más estructural, y no solo por el tema de la pandemia, es cómo va cambiando la población en cuanto a edades. Esto se observa a analizar el bono demográfico, o sea, personas que cumplen mayoría de edad y se independizan”.

Añadió que todos los registros administrativos para actividades económicas reportan más cantidad, como inmuebles para oficinas, inscripción de patronos, afiliados y otros trámites. “Ahora, es un reto que se mantenga ese crecimiento sostenible, ya que se requiere seguir involucrando a las personas o negocios a la formalidad, con medidas como la Ley Antitrámites, la facilidad para negocios y pago de impuestos. Si no, van a seguir creciendo, pero en la informalidad”.

“En realidad las cifras debieran ser más grandes y sostenerse de forma fácil por la próxima década”, dijo, al agregar que son datos que se estaban esperando, aunque no ha sucedió al ritmo que se quisiera porque la pandemia lo estancó un poco.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.