En el mercado, la oferta de dinero es diversa y según el destino y el monto de los préstamos solicitados, las tasas de interés van de 6.18% a 9.55% para el segmento empresarial mayor, de 8.01% a 23.87% para el de empresarial menor, de 12.24% a 70.39% para consumo —segmento que incluye tarjetas de crédito— y de 8.62% a 47.68% para microcréditos.
Entre tanto, el crédito hipotecario para vivienda se encuentra en el rango de 7.9% a 11.3%, según los datos de las tasas promedio ponderadas de la cartera de créditos en moneda nacional reportados por la SIB.
Destinos dinámicos
Al analizar la tendencia de los préstamos por destino de los recursos, el crédito destinado al consumo es el que ha crecido más (25.8%), llegando a Q94 mil 850 millones a abril pasado. El 31 de diciembre del 2021 aumentó 16.9%, y al cierre del 2022, lo hizo en 25.1%.
En porcentaje de crecimiento le siguen los créditos empresariales mayores con 11.2% más, aparte de que el monto de participación este segmento en el saldo total es el más grande, con Q144 mil 437.5 millones.
Aunque en los registros de la SIB se divide la clasificación de empresariales menores, con caída de -7.6%, llegando a Q19 mil 487.6 millones, y los microcréditos con crecimiento de 47%, de Q3 mil 0.5 millones, el Banco de Guatemala (Banguat) los presenta en conjunto, y refiere que crecieron 9.7%.
Por otro lado, los usuarios adeudan Q24 mil 703.4 millones por sus consumos pagados con tarjetas de crédito, lo que representan un aumento de Q7 mil 839.2 millones respecto del 30 de abril del año pasado, cuando el saldo sumaba Q16 mil 864.2 millones, según los datos de la SIB en el reporte de evolución de cartera de créditos. A esa fecha se reporta un aumento de 327 mil 764 créditos con tarjeta, para llegar a un millón 882 mil 736 créditos.
Varias causas
En su evaluación de Política Monetaria, Cambiaria y Crediticia del 2022 y Perspectivas para el 2023, el Banguat señala que el dinamismo en el comportamiento del crédito al sector privado por el lado de la oferta podría responder, entre otros factores, a una mayor disponibilidad de los bancos de fuentes para conceder financiamiento —principalmente captaciones—.
“A diciembre del 2022, la emisión monetaria y el crédito bancario al sector privado, conforme con lo esperado, muestran un crecimiento superior al de finales del año anterior pero acorde con sus tendencias de largo plazo. Por su parte, los medios de pago muestran un comportamiento similar al de los años previos a la pandemia del covid-19 e igualmente acorde a lo esperado”, indica.
A la fecha indicada, añade que el ritmo de crecimiento de la emisión monetaria se ubicó en 13.6%, superior al registrado a finales del 2021. Dicha variable, a finales del 2022, en promedio, había evolucionado conforme lo previsto y congruente con sus valores programados, “situación que se espera continúe en lo que resta del año”.
Además, “se podría subrayar la consolidación del proceso de recuperación de la actividad económica en 2021 y el dinamismo observado de la misma durante el primer semestre de 2022, así como la mejora en la confianza de los agentes económicos tanto de los hogares como empresas”.
En noviembre del 2022 se empezó a registrar el crecimiento interanual del saldo de créditos bancarios a dos dígitos, comportamiento que ha continuado en los meses posteriores a hasta el dato más reciente de 15.45% de crecimiento interanual a abril del 2023, según se refleja en los datos de la SIB.
Fernando Spross, analista de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), mencionó que en 2023 los créditos empresariales mayores representan más del 50% del total de créditos, mientras los de consumo son 34% del total.
Al analizar el crecimiento que están reportando, en el primer caso, explicó, que estos reflejan el financiamiento que ha requerido el sector productivo, los que continuarán creciendo, dado que constituyen la principal fuente de financiamiento de la actividad económica privada y el país cada vez presenta más condiciones para atraer inversiones nacionales y extranjeras.
Sobre del segmento de consumo, comentó que destacan los créditos para la compra de vehículos con un aumento de 24.7% y los pagos por medio de tarjeta de crédito con el 46.5% de incremento mencionado.
“Posiblemente, los guatemaltecos que enfrentan una situación complicada ante la inflación y la merma de su poder adquisitivo, están recurriendo a este tipo de crédito y ante la expectativa de un ingreso adicional, como el Bono 14, podría generarse un consumo anticipado, lo que se ve reflejado aquí”.
¿Y la tasa líder?
Respecto al impacto del aumento de la tasa líder, el analista de Fundesa dice que no debería afectar significativamente la demanda de créditos, aunque tal vez bajen los requerimientos de préstamos.
“Las alzas han sido parte de la política monetaria, en un intento por controlar la inflación y los movimientos de la tasa líder podrían afectar en forma leve el crecimiento en este año, aunque es probable que se mantenga el incremento durante 2023 en alrededor de 13% o 14%”, expuso.
El Banco de Guatemala expuso la semana pasada ante la Comisión Nacional del Salario (CNS) que estiman que el crecimiento del saldo de créditos bancarios al sector privado cierre el año entre 8% y 11%, con una media de 9.5%.
- En un año fue la tasa líder ha subido nueve veces por decisión de la Junta Monetaria, pasando de 1.75% en abril del 2022 a 5% en abril del 2023.
Con información de Estuardo Gasparico.