Otros riesgos latentes que impactan a los trabajadores son el ruido (16.9%), manejo de sustancias tóxicas (8.9%), vibraciones (8.8%) e iluminación deficiente (4.8%).
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Élmer Arriaza, especialista en gestiones de seguridad, dijo que las temperaturas extremas y la humedad se manifiestan sobre todo en la agricultura y la industria.
“En la Costa Sur y Oriente hay actividades agrícolas en las cuales los colaboradores se exponen en horarios laborales donde la temperatura es extrema”, afirmó.
El experto afirmó que las empresas deben llevar a cabo análisis, evaluación y procesos para mitigar
los efectos que provocan en el trabajador una sobrecarga fisiológica y el estrés térmico.
La Enei también determinó que 7 de cada 10 empleados piden permiso para faltar al trabajo para ir al médico, por motivos familiares, fallecimiento de un familiar o por maternidad y paternidad.
Testimonios de Guatemaltecos
Sin oportunidad, aspiran a un empleo
El estudio reveló que la tasa de desempleo abierto alcanzó a escala nacional un 3.1%, mayor al 2.7% reportado en la Enei del segundo trimestre del 2015 y del 2.4% del primer semestre de ese año.
Para Isis Marroquín, estudiante de 24 años del cuarto año de la licenciatura en Traducción e Interpretación de la Universidad de San Carlos, las posibilidades laborales son escasas para poder ejercer su profesión.
“Las oportunidades son pocas, pero me percaté de esto ya estando adentro de la carrera, nadie nos advirtió de esto”, dijo la estudiante.
Marroquín comentó que desde el tercer año de estudios deben realizar 200 horas de práctica; sin embargo, cuando sondean si pueden optar a una oportunidad, la mayoría de empresas indica que no pueden remunerar
su trabajo.
Refirió que una de las ventajas que les brinda su carrera es que se gradúan con un alto nivel de inglés y pueden ubicarse en empresas de contact center —centros de llamada— o BPO, pero enfatizó que no es el tipo de empleo al
que aspira.
Por servicios, anulan los beneficios
Braudelina Zurilla, madre de familia y comerciante de 53 años, comentó que sus dos hijos, que están por graduarse de la universidad, trabajan por servicios profesionales.
“El trabajar por servicios profesionales anula los beneficios a los que tienen derecho los trabajadores”, resaltó la comerciante.
Zurrilla manifestó que el carecer de prestaciones laborales y acceso a la seguridad social son dificultades que no ayudan a la estabilidad laboral y emocional que necesita todo trabajador.
Otro punto que señaló la también ama de casa es la cantidad alarmante de jóvenes que se suman cada año a la población económicamente activa. También hizo énfasis en que de cada 10 jóvenes graduados de nivel medio, serán dos o tres quienes logren ubicarse en una plaza de trabajo, y seguramente mal remunerados. los contratan.
Jóvenes graduados
La tasa de desempleo entre jóvenes de 18 a 24 años es de 6.5% a nivel nacional; sin embargo, el área metropolitana concentra el mayor porcentaje con 12.5%, seguido del resto urbano, con 6.6%, y el área rural nacional, con 4.6%.
Heidy González, que se graduó de 16 años de bachiller en computación con orientación científica, aseguró que para ella fue dífícil el haberse recibido antes de cumplir los 18 años, porque las empresas no confían en jóvenes de su edad para desempeñar un puesto de trabajo que requiere responsabilidad y experiencia.
“Por la edad me fue difícil encontrar un lugar donde realizar mi práctica supervisada. Para los jóvenes que nos graduamos a temprana edad nos cuesta, porque buscan mayores de edad, son pocas las empresas que contratan a menores”, manifestó la estudiante.
González espera encontrar un puesto de trabajo en el corto plazo o bien confía que en el lugar donde realizó su práctica supervisada puedan ofrecerle una oportunidad, o bien continuar con sus estudios.
Estabilidad, crece la delincuencia
En opinión de Luis Hernández, de 19 años y estudiante de medicina veterinaria, los jóvenes a su edad no son tomados en serio por parte de las empresas.
“Nos vemos limitados a ejercer actividades que no van de acuerdo a nuestras capacidades, y para un estudiante de veterinaria hasta puede llegar a ser denigrante solicitar un empleo, porque nos ponen a bañar perros, o bien, hacer tareas
de limpieza”, dijo.
Otro factor que senaló Hernández es la inestabilidad que crean los trabajos temporales, porque no firman un contrato formal que les brinde seguridad en sus ingresos.
“Debemos especializarnos en algo más que solo la carrera universitaria. Es necesario buscar nuevos nichos de mercado donde podamos demostrar otras capacidades y competencias que sean de valor agregado”, dijo.