En los años previos a la Gran Recesión, el crecimiento potencial de las economías avanzadas llegó a estar en el 2.4 %, mientras que entre 2008 y 2014 este se redujo hasta el 1.3 % de media.
De cara al futuro, la institución dirigida por Christine Lagarde solo prevé una ligera aceleración al 1.6 % en el periodo 2015-2020.
El Fondo ve especialmente afectados por estas circunstancias a los países avanzados, entre ellos Japón, Canadá y Alemania, y asegura que la única manera de contrarrestar esta tendencia es avanzar en las reformas estructurales de cara a mejorar la formación de los trabajadores y potenciar la investigación y el desarrollo.
El FMI también propone como solución coyuntural aprovechar los bajos tipos de interés generalizados actualmente para aumentar la inversión pública en infraestructura.
También en las economías emergentes se comienzan a apreciar estos factores, y la tasa de crecimiento potencial bajó al 6.5 % entre 2008 y 2014, 2 puntos porcentuales menos que al comienzo de la crisis, y se situará en torno al 5.2 % en los próximos 5 años.
Estos datos forman parte de los llamados capítulos analíticos de su informe de cabecera “Perspectivas Económicas Globales” , cuyos esperados últimos pronósticos de crecimiento para la economía global serán presentados en su reunión de primavera, organizada junto al Banco Mundial, la próxima semana en Washington.