Además de él, un grupo de afectados también se reuniría en la capital nipona ante la preocupación de que sus inversiones hayan sido robadas.
El rastro de Karpels, de origen francés, según su cuenta de Facebook, se había perdido desde el apagón de MtGox del martes, hundiendo a la comunidad bitcoin en la peor crisis de su joven historia.
Tampoco se le ve por las redes sociales, donde tiene varias cuentas, en las que se presenta como un programador informático empedernido, un creador de empresa experimentado pese a su corta edad, y un enamorado de su gato.
“Me gustaría pedir también a la gente que deje de enviar preguntas a nuestro personal: les hemos pedido que no manden ninguna respuesta o información. Vengan a esta página —de internet— para nuevos anuncios”, dijo el presidente de MtGox, confrontado a la preocupación e incluso a la cólera de su millón de clientes, según la prensa especializada, que no ha podido recuperar su dinero.
MtGox, una de las plataformas más antiguas —una especie de banco y de bolsa para el dinero clásico— cesó todas las transacciones el 7 de febrero.
Los rumores se han disparado sobre el origen de esa suspensión y un documento que circula por la red, presentado como un plan para “salir de la crisis” para MtGox, y habla del robo de unos 750 mil bitcoins, cerca de US$435 millones, según la cotización del bitcoin ayer.