ECONOMÍA
Las ventas por Internet golpean las ganancias de Zara
El nuevo impulso de Amazon en 2017 junto al aumento del 41% en las ventas por Internet provocaron algo inesperado: que se lastimaran los inventarios históricamente fuertes de la tienda española.
El nuevo impulso de Amazon en 2017 junto al aumento del 41% en las ventas por Internet provocaron que las ventas de Zara solo crecieran un 7% cuando el crecimiento era del 20%. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)
La semana pasada trascendió que el beneficio del grupo textil español Inditex, propietario de Zara, creció un 7% en 2017, menos que en años anteriores.
Justamente, en el último año, la acción cedió más de un 20%. A comienzos de enero, Inditex dejó de ser el valor con mayor cotización en la bolsa de Madrid, una posición que ahora ocupa el banco Santander.
Más allá de la ralentización de las ventas, “la empresa ha empezado a tener problemas para vender sus stocks, algo que no ocurría nunca anteriormente”, comentó Sergio Ávila, analista de IG Markets, quien considera que el problema viene de la competencia vinculada a “la ascensión del comercio electrónico” y el impacto en el sector textil del gigante estadounidense Amazon.
“Va cobrando más y más importancia el crecimiento de la venta online”, aseguró Pablo Isla, que por primera vez facilitó datos sobre este segmento, mantenido hasta ahora dentro del máximo secreto.
En el conjunto del año, los ingresos de las ventas por internet aumentaron un 41%. Las ventas online representaron el 10% del volumen de negocio global.
En H&M, las ventas en internet supusieron por otro lado el 12,5% del total.
La estrategia de renovación y ampliación de las tiendas, al tiempo que se suprimen los establecimientos peor situados, sigue absorbiendo el grueso de las inversiones. En lo que resta del 2018 se espera que la superficie comercial se incremente un 6%.
Menor crecimiento
Por otro lado, el grupo prevé pagar a sus accionistas un dividendo de 0,75 euros por acción para 2017, un 10,3% más que el año anterior.
A fines de 2017, el grupo daba trabajo a más de 171,800 empleados en el mundo, casi un 6% más que el año anterior.
El ejercicio fue “satisfactorio”, aunque “estuvo marcado por dos factores externos muy relevantes: una tremenda volatilidad de las divisas en los diferentes países y un otoño anormalmente cálido”, resumió el presidente del grupo, Pablo Isla, en una rueda de prensa en la sede, en Arteixo (Galicia, noroeste).
El beneficio fue de 3.368 millones de euros, un 7% más que el año anterior, y representa más del doble del obtenido por su gran competidor, el grupo sueco H&M (1.600 millones de euros).
No obstante, el fabricante español, que cuenta con ocho marcas (entre ellas Zara, Massimo Dutti, Oysho, Bershka o Stradivarius) creció menos que en 2016 (+10%) o 2015 (+15%).
Las temperaturas anormalmente cálidas en Europa, donde el grupo realizó el 60% de su volumen de negocio, frenaron el arranque de la colección otoño-invierno, mientras que la fortaleza del euro restó valor a sus ventas.
El volumen de negocio, en alza del 9%, habría crecido un 10% sin el impacto de los tipos de cambio. A igual número de tiendas, aumentó sólo un 5%, pese a que el grupo efectuó 183 aperturas netas de establecimientos a lo largo del año.
Además, en el cuarto trimestre, el margen bruto se vio afectado por la decisión de retrasar la llegada de las nuevas colecciones primavera-verano a las tiendas de Zara, apuntaron los analistas de Bankinter en una nota.
A causa de ese ajuste, destinado a alinear las colecciones en tiendas y en internet, “hubo menos producto en venta a precio completo, no rebajado, en el trimestre”, añadieron los analistas de Bankinter.
Si no hubiera sido por la venta de 15 tiendas en España y Portugal, que aportaron 257 millones de euros, el beneficio de Inditex habría caído un 1,5% en ese período.