Economía

Beneficio poco aprovechado

La posibilidad de ser un contribuyente voluntario al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) para el programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS)     es una opción poco  conocida. Al 31 de julio pasado, según datos de ese instituto, hay registrados  7 mil 342 afiliados.

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Ciudad de Guatemala – A esa modalidad pueden optar los trabajadores que hayan laborado contratados en relación de dependencia —con lo cual tanto el trabajador como el patrono tenían obligación de aportar sus cuotas al IGSS— y que luego dejen de trabajar o pasen a otra forma de contratación.

Para optar a esto se debe cumplir con varios requisitos, entre estos haber aportado 12 meses de contribución dentro de la planilla laboral, además de que solo tienen tres meses calendario para inscribirse como contribuyentes voluntarios luego de haber dejado de laborar en una empresa.

Estas medidas están establecidas en el Acuerdo de Junta Directiva 1,124, explicó Byron Hernández, subgerente de Prestaciones Pecuniarias del IGSS).

Con esta opción el trabajador puede completar sus cuotas para llegar al número requerido para pensionarse en el programa IVS y tener los servicios del Camip. Sin embargo, no tiene derecho a los servicios o cobertura médica del programa de Enfermedad, Maternidad y Accidentes (EMA).

Porcentajes y cuotas

Cuando se es trabajador en relación de dependencia, tanto el empleado como el empleador deben aportar sus cuotas mensuales al IVS y al EMA.

Al convertirse en contribuyente voluntario ya no debe seguir aportando para el EMA, pero en el caso del IVS ya no solo deberá aportar el 1.83%, como lo hace un trabajador por planilla, sino que deberá asumir también la cuota del patrono (3.67%), por lo que su aporte será de 5.50%, explicó Hernández.

Otro punto importante, refirió, es que si cae en mora durante tres meses consecutivos pierde el derecho a continuar en esa modalidad. Estas condiciones están establecidas en los artículos del 35 al 40 del acuerdo 1,124.

Desde junio del 2014, un trabajador deberá cumplir con un mínimo de 240 cuotas —el equivalente a 20 años de trabajo— al IGSS para poder jubilarse y tener derecho a su pensión.

La edad se mantiene en 60 años, aunque en este caso si el afiliado no ha llegado al número de cuotas requeridas, deberá seguir trabajando los meses o años necesarios para cumplir con el requisito antes mencionado.

María Isabel Bonilla, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien), refirió que esta modalidad puede ser poco usada o conocida debido a varias razones, una de estas es que en Guatemala no hay cultura de pensar en la previsión para la vejez, además de que algunos no ven que pagar al IGSS sea una buena inversión porque no se cree en la institución o hay muchas quejas del servicio. Además, tampoco se sabe qué monto de pensión le corresponderá. Ahora, indicó Bonilla, hay herramientas financieras en los bancos del sistema nacional que ofrecen fondos de retiro.

Entre los requisitos que debe cumplir el interesado está haber acreditado 12 meses de contribución al IGSS en los últimos 36 meses calendario —es decir 3 años—, además de presentar su documento personal de identificación, certificado de nacimiento extendido por el Renap, copia del carné de afiliación al IGSS, además debe tener las constancias laborales —sin salario— de los patronos con los que cotizó al Instituto durante su vida laboral.

Programa del IVS

Equilibrio al 2024

A agosto del 2014, el Programa de Invalidez, Vejez y Sobrevivencia (IVS) cuenta con reservas técnicas por Q15 mil 534 millones, informó  Hernández.

El funcionario explicó que, según el estudio actuarial del 2013,  ese programa tiene solvencia financiera hasta el 2024.

Con ese comportamiento se espera que la prima de financiamiento actual de 5.5% se mantenga hasta ese año.

Las posibilidades de  desequilibrio financiero —punto en que los gastos sean más altos que los ingresos— se darían ese año, según las proyecciones. Estas se  aplazaron debido a que en administraciones anteriores se consideraba que el desequilibrio se daría antes.

Ese aplazamiento se logró, entre otras razones, por los cambios aprobados entre el 2010 y el 2012, al aumentar  el  número de cuotas requeridas para pensionarse.

A partir de junio del 2014 entró en vigor el último escalonamiento aprobado, con el cual  los trabajadores deben llegar como mínimo a 240 cuotas —es decir, 20 años de trabajo— de contribuciones. Antes de los cambios en mención,  el mínimo exigido era de 180 cuotas —15 años de trabajo—.

En un boletín del IGSS emitido en julio del 2010 se mencionaba que el desequilibrio financiero se daría en el 2014   y que la reserva técnica se agotaría en el 2021, aspecto por el que argumentaban esos cambios.

Según el informe, al cierre del 2013 hubo ingresos por Q3 mil 581.7 millones y gastos por Q2 mil 61.31 millones —de estos, Q1 mil 903.5 millones fueron destinados al pago de pensiones—.

A esa fecha se registraban 166 mil 493 pensionados, menciona Hernández. El crecimiento de pensionados se calcula en 5% anual, agregó.
 Hernández explica que en la actualidad,  por cada pensionado hay ocho afiliados activos —que pagan cuota al IGSS—, mientras que el estándar internacional es de 6 a 1, indicó.

Al respecto, la analista María Isabel Bonilla refiere que el programa puede verse en problemas si no se aumenta el número de afiliados activos, ya que en los  años 1980 la relación era de 14 a uno.

ESCRITO POR:

Rosa María Bolaños

Periodista de Prensa Libre especializada en medios escritos y radiales en temas de energía eléctrica, empleo, impuestos, empresas y negocios con más de 20 años de experiencia.