En la convocatoria se refiere que con el proyecto se generen 200 megavatios, para lo cual, según dijeron las autoridades en julio último, se necesitaría la inversión de US$360 millones.
En octubre, pobladores de Ixcán, Uspantán y de Cobán adversaron el proyecto al decir que es un riesgo de expropiación y desalojo de sus tierras.