El dictamen de los integrantes de la Comisión de Finanzas modificó el techo presupuestario a Q113 mil 931 millones, con un incremento de Q1 mil 637 millones, y ese gasto adicional se cubrirá con ingresos tributarios, o sea, por recaudación de la SAT.
El ministro de Finanzas, Edwin Martínez Cameros, afirmó que los diputados que integran esa comisión decidieron incrementar la recaudación y la situaron en Q86 mil 247 millones. Es decir que el 75% del presupuesto será financiado con los tributos pagados por los contribuyentes.
No obstante, el funcionario indicó que el monto planteado en la propuesta del Minfin era de Q84 mil millones, por lo que la ampliación de los Q1 mil 637 millones no es un incremento tan alto. “No le puedo decir que es aceptable o no, ya que la Comisión de Finanzas tiene esa facultad”, aunque pueden ocurrir nuevos cambios cuando el Pleno del Congreso conozca la iniciativa de ley completa.
En el dictamen quedaron como ingresos corrientes, Q90 mil 971 millones 826 mil; ingresos de capital, Q122 millones; y fuentes financieras (endeudamiento y otros) Q22 mil 837 millones.
Origen de los recursos
Martínez Cameros, quien además es el presidente del Directorio de la SAT, aseguró que para este año se estaría superando la meta de Q76 mil millones a Q82 mil millones, mientras que el viceministro Saúl Figueroa, quien tiene a su cargo el viceministerio de Ingresos y Evaluación Fiscal, añadió que la recaudación efectiva del 2022 podría llegar hasta Q85 mil millones.
Al preguntarle si la SAT tendrá la capacidad de alcanzar el nuevo monto, el ministro enfatizó que se implementarán los mecanismos necesarios y citó como ejemplo el programa de transformación en el servicio aduanero.
También deberá haber un trabajo por parte del administrador tributario, para la reducción del contrabando, la defraudación aduanera y la evasión fiscal, ya que existe un potencial de donde se puede recaudar más.
En detalle, en el dictamen se plantean como impuestos directos Q30 mil 213 millones e indirectos Q56 mil 34 millones, aunque la mayor parte del financiamiento del presupuesto depende de dos grandes impuestos: al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR).
Para el ISR se proyecta una cobranza de Q29 mil 310 millones, de los que Q19 mil 995 millones corresponde a empresas; Q5 mil 744 millones al Impuesto de Solidaridad (ISO) y sobre las personas naturales, Q3 mil 570 millones.
Para el IVA, la comisión ajustó el monto a Q40 mil 706 millones: por el de importaciones se esperan Q23 mil 28 millones y por el de bienes y servicios (consumo), Q17 mil 678 millones. Ambos impuestos (ISR e IVA) en su conjunto aportarán al fisco Q70 mil millones.
A pesar de lo anterior, Figueroa también indicó que para el 2023 se comienza a analizar una posible baja en la actividad económica y en el comercio exterior, lo que puede perjudicar la cobranza estimada, sobre todo en la parte de comercio exterior (IVA importaciones), y aunque no se trata exactamente una baja, podría presentarse una desaceleración. “Va a seguir creciendo, pero no al mismo ritmo”.
Por lo tanto, los funcionarios remarcaron que también se solicitará a la SAT que fortalezca los programas de fiscalización para el 2023, así como mecanismos para ampliar la base tributaria. La ley establece que si el superintendente no alcanza las metas de cobranza al finalizar el ejercicio fiscal, puede ser sujeto de remoción, tal como sucedió con los exsuperintendentes Juan Francisco Solorzano Foppa, y Abel Cruz Calderón, que fueron destituidos por el Directorio de la SAT.