De esa cuenta, empezaron a trabajar en el proyecto llamado Movilidad Integral.
“En esa época solo existían taxis o servicios de ambulancias, y debido a las características de nuestros parientes, ninguno llenaba nuestras expectativas”, recuerda Díaz.
Después de investigar el mercado relacionado al transporte médico no de emergencia, como se denomina a este tipo de servicio, descubrieron que en Guatemala había un nicho no atendido.
Después de dos años de fundada, la empresa presta sus servicios desde noviembre del año pasado luego de tomar un tiempo para cumplir con los requisitos que una compañía de este tipo requiere, ya que no existía en la clasificación nacional.
Díaz comentó que cada institución relacionada con el transporte de pasajeros a la que acudían, entre estas la Dirección General de Transporte, el Instituto Guatemalteco de Turismo y Emetra, pedían requisitos diferentes debido a que no existe una categoría, ya que este servicio es considerado puerta a puerta.
Según los empresarios, se hizo una modificación en la escritura de constitución de la empresa para describir el servicio y ahora se trabaja igual que lo hacen los automóviles de alquiler.
Consejos para emprender
Información y perseverancia son ingredientes del éxito
Para Estuardo Díaz y Eduardo Ávila, antes de emprender se tiene que verificar que el proyecto se pueda medir y cuantificar.
Un aspecto vital es tener la información pertinente, estudiar el mercado y analizarlo bien, para no recibir sorpresas.
El emprendedor debe luchar por llevar a cabo su idea y si tiene que adaptarla, se debe hacer.
Ante todo, y especialmente en Guatemala, no se deben acobardar. Se tiene que seguir adelante sin importar los aparentes fracasos u obstáculos en el camino.
El servicio
Movilidad Integral se fundó con una inversión de aproximadamente US$50 mil, recursos requeridos en su mayoría para la adquisición de vehículos empleados en el traslado de personas con limitaciones físicas.
El pasajero asciende y desciende del vehículo con su propia silla de ruedas, a través de rampas de acceso mecánicas y/o eléctricas.
Díaz comenta que entre los usuarios del servicio se encuentran personas con insuficiencia renal, cáncer, parapléjicos, ancianos con problemas de cadera u osteoporosis, entre otras.
Según la última encuesta de discapacidad de personas, en el país hay más de dos millones con algún tipo de problema, y de ese número, el 30% padece alguna dificultad en piernas, brazos o cadera.
La tarifa de traslado, según Díaz, es 50% más baja que las que cobran las ambulancias, y 66% más caro que un taxi.
Por ejemplo, un recorrido de 16 kilómetros puede sumar Q180 y las reservaciones se tienen que hacer con un mínimo de 24 horas de anticipación.
“Hasta ahora, el 95% de los clientes han reutilizado el servicio”, afirma con orgullo el empresario.