Oliveira, de visita para la octava feria de cafés especiales ExpoEspeciales, que se inició este jueves y finaliza el domingo, se mostró optimista a pesar del sombrío panorama para los productores por la temporada lluviosa en Brasil -el principal productor mundial-, la sequía en Colombia, y la plaga de la roya en Centroamérica.
El incremento en la demanda mundial del grano, “que tiene una tendencia de alza constante, de 2.5% de promedio al año”, le dibuja una sonrisa a este brasileño, cabeza de la OIC desde 2011.
“El consumo mundial de café continúa aumentando y es una cuestión tanto de crecimiento de la población, como de gusto”, afirmó Oliveira, quien estimó “un aumento en el consumo de 25 millones de sacos (60kg por saco) para los próximos 10 años”.
Sin embargo, el director de la OIC, una entidad intergubernamental que reúne tanto a importadores como a exportadores del grano, no se aventuró a calcular una previsión en cuanto a la producción, que vinculó a “las condiciones que los agricultores van a tener para poder trabajar”.
Mientras en Brasil se esperan daños en las cosechas por el exceso de lluvias, en Colombia los cafeteros se preparan para el aumento en los costos de producción y las plagas por la sequía.
La OIC, instalada en Londres en 1963 bajo el auspicio de la ONU, es la principal organización del mundo dedicada al café, que reúne a gobiernos exportadores e importadores del grano para enfrentar los desafíos del sector a través de la cooperación internacional.
El fenómeno El Niño, que consiste en un recalentamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial y puede causar fuertes lluvias en algunas partes del mundo y sequías en otras, agravado según expertos por el cambio climático, afecta en particular a los cafetales.
“Hay preocupación con el régimen de lluvias en Brasil y esto puede crear problemas en términos de oferta de café, porque tendremos menos producción, menos frutos y eso creará una sensación de escasez en el mercado internacional”, señaló.
Bajos precios
Según el más reciente informe de la OIC, el año cafetero 2014-2015 terminó con los precios más bajos en los últimos 20 meses, “influido una vez más por la debilidad del real brasileño y el peso colombiano”, las dos monedas más depreciadas del continente este año.
En septiembre, el café se negociaba en Londres a US$1 mil 544 la tonelada, mientras que en Nueva York, llegaba a 116 centavos la libra (0.45 kg). Ambos precios fueron los más bajos en el último año y medio.
La disminución en la cotización del grano, sumada a fenómenos climáticos negativos, deja en evidencia las necesidades de los productores, que requieren de “más incentivos para producir café”, a juicio de Oliveira.
El representante cafetero espera, ante estas dificultades, que “el mercado reaccione y entienda que hay poco café en el momento”.
No obstante, prevé un incremento en la producción de Centroamérica, una vez supere la actual crisis de la roya, un hongo que desde hace tres años azota los cafetales de esa región y que se expande rápidamente en condiciones de mucha humedad y calor.
La cosecha centroamericana, como está ahora, “no es suficiente para atender las necesidades del mercado”, apuntó.
El mayor consumo influirá además en esos incentivos, aseguró Oliveira, quien no pierde la esperanza de mejoría de la actividad, con la presión generada por una mayor demanda en países no tan conocidos por comprar café en forma masiva, como China y Rusia.
“Vamos a tener un sector bastante dinámico en la economía mundial”, auguró.
La OIC, instalada en Londres en 1963 bajo el auspicio de la ONU, es la principal organización del mundo dedicada al café, que reúne a gobiernos exportadores e importadores del grano para enfrentar los desafíos del sector a través de la cooperación internacional.
Los gobiernos miembros de la OIC representan el 95% de la producción y el 83% del consumo mundial de café, según el sitio web de la entidad.