En un comunicado divulgado ayer, el cuarto banco del Reino Unido señaló que toma “muy en serio” sus obligaciones en materia de regulación, que ha cooperado “plenamente” con la investigación y que ofrecerá a sus clientes la posibilidad de “retirar su inversión o revisarla”.
Se estima que unos 295 mil clientes del Santander Reino Unido, muchos de ellos pensionistas, habrían resultado afectados por recomendaciones inadecuadas entre enero del 2010 y finales del 2012, según la FCA.
El organismo regulador puntualizó que, cuando a finales del 2012 trasladó al banco sus inquietudes sobre el servicio que prestaba, la entidad decidió dejar de ofrecer asesoramiento financiero en sus sucursales para evitar mayores problemas. A raíz de la colaboración del banco, la FCA indicó que decidió reducirle la multa en 30%, pues de lo contrario hubiera llegado a 17.68 millones de libras —21.04 millones—.