Economía

Miles de contenedores quedaron paralizados

Cuando una parte de la cadena logística se interrumpe, como es el caso del paro de transportistas, se comienza a generar entorpecimiento, principalmente en costos y desabastecimiento.

Suman 10 días de paralización del transporte pesado. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Suman 10 días de paralización del transporte pesado. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El impacto puede provocar el giro de los productos —buscar cómo ser entregados—, aumento de precios al consumidor final y, en el peor de los casos, que nunca lleguen a sus destinos.

Hasta ayer, nueve días después de haberse iniciado la paralización del transporte —parte vital de la cadena logística—, se habían generado pérdidas de US$681.3 millones —Q5 mil 109 millones— y había al menos 18 mil 360 contenedores paralizados. 
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Los datos fueron proporcionados por la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport). 

Amador Carbadillo, director general de dicha asociación, explicó que la carga perecedera es la que más se ve impactada.

“Este tipo de cargas tiene tiempos críticos. Por ejemplo, un contenedor salió hoy y al superar los procesos normales, debería de llegar en seis u ocho días a su destino final”, explicó el ejecutivo.

Carbadillo recordó que cada día que se estanca el contenedor es un día de anaquel perdido y así los clientes ya no aceptan el producto o pagan un precio distinto. 

“Si este producto ya no se exporta, se queda en el mercado local y podría ser vendido o incluso podría perderse por completo”, advirtió el exportador.

Soluciones viables

En una nota publicada por Prensa Libre el pasado 28 de octubre, expertos en logística explicaron que el alquiler de bodegas o compra de flotillas de menos tonelaje serían soluciones ante la restricción de horarios para la circulación de transporte pesado en la capital.

Algunas empresas ya evalúan el arrendamiento de bodegas para almacenaje y compra de flotilla —de menor tonelaje— para la distribución; sin embargo, el costo adicional se trasladará al precio final de las mercancías.


El ejecutivo refirió que la cadena completa está perjudicada y la pérdida diaria, solo en términos de comercio exterior, se estima en US$75 millones —unos Q562.5 millones—, que es el flujo habitual de comercio.

El director general de Agexport viajó ayer a Puerto Quetzal y según lo que comentó a Prensa Libre, los patios internos están a punto de colapsar y las autoridades de la terminal le indicaron que podrían empezar a rechazar barcos, porque no tienen capacidad para descargar más naves.

“Dejaríamos de tener suministros de cualquier carga para la producción, ya no despacharíamos producto en las fábricas; en el caso de los textiles, pararía la producción, y en el agrícola dejarían de cortar”, señaló Carbadillo.

Socios se resienten

Enrique Lacs, viceministro de Integración y Comercio Exterior del Ministerio de Economía, agregó que cuando esa cadena no funciona en su forma normal se complica la situación comercial con otros países y “empieza a impactar la economía de nuestros socios”.

“Los sobrecostos que no estaban previstos y un efecto de encadenamiento genera preocupación regional. No estamos aislados y los servicios son integrados”, resaltó Lacs.

El funcionario informó que han recibido llamadas de sus homólogos en la región, quienes han expresado que están a la expectativa respecto de que la situación se resuelva lo más pronto posible.

ESCRITO POR:

Natiana Gándara

Editora de Economía en Prensa Libre, con más de 15 años de experiencia en medios radiales, televisivos, impresos y digitales.

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