El antiguo jefe de Uber comenzó a deshacerse de los títulos a comienzos de noviembre, poco después de que pasaran seis meses desde la salida a Bolsa de la empresa, un periodo en el que él y otros inversores iniciales no tenían permitido vender acciones en el mercado.
Por ahora se desconocen los motivos por los que Kalanick está vendiendo su participación en la compañía que fundó, de la que se vio obligado a salir en 2017 por la presión de los inversores tras varios escándalos internos.
Kalanick dimitió tras ser demandado por fraude y verse salpicado por acusaciones de acoso sexual y discriminación dentro de Uber.
La compañía empezó a cotizar en Bolsa el pasado mes de mayo, en una de las ofertas públicas de acciones más grandes de la historia de la industria tecnológica.
Desde entonces, sus títulos han perdido un 30% de su valor, con la empresa incapaz de responder a las expectativas de los inversores.
Los problemas de Uber reflejan en buena media la preocupación del mercado por su incapacidad para generar beneficios y las batallas que tiene con varios reguladores.
En el último trimestre, la tecnológica tuvo unas pérdidas de unos US$1 mil 200 millones, aunque superó las previsiones de los expertos.
Kalanick, mientras tanto, está desarrollando un nuevo negocio bautizado CloudKitchens, centrado en la construcción de cocinas en espacios industriales que son utilizadas por restaurantes que entregan comida a domicilio.
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