Por el momento, el déficit fiscal es de Q14 mil 681.1 millones, que equivale al 1.7%, y que estaría por debajo del 2%, que es una de las constantes recomendaciones de los organismos financieros internacionales.
De los Q124 mil 880 millones proyectados en el presupuesto, una parte se financiará por los ingresos corrientes por Q103 mil 371.3 millones, de los cuales Q98 mil 533 millones serán ingresos tributarios que la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) deberá recaudar de los diferentes impuestos que cobra a los contribuyentes. De otras fuentes financieras son Q21 mil 433.8 millones, de los cuales Q7 mil 761 millones vienen de saldo de caja.
Por la vía de endeudamiento público —nuevo— el monto es de Q13 mil 672 millones que se dividen en Q10 mil 587.2 millones en colocación de bonos del Tesoro —deuda bonificada—, y Q3 mil 084.8 millones de obtención de préstamos —deuda externa—.
En cada asignación de gasto presupuestario se identifica la fuente de financiamiento y su disponibilidad, que puede ser ingresos corrientes, bonos del Tesoro o por la vía de créditos con organismos o instituciones financieras internacionales con las que mantiene una relación de Crédito Público, y su ejecución estará sujeta al desempeño de esta variable.
Pago de deuda
Así como se contrata deuda pública —interna o externa—, en cada ejercicio para financiar el programa de gasto estatal también se debe pagar a los acreedores, y las autoridades han reiterado en otras ocasiones que Guatemala es reconocida para honrar esos compromisos de manera puntual.
Lo anterior implica que se tienen que hacer saldos para el pago del servicio de la deuda, los intereses y las amortizaciones, y que ese dinero que se debería destinar para los programas de atención y resolver las necesidades de los ciudadanos se va para cumplir con los compromisos.
Para el pago del servicio de la deuda se han programado Q20 mil 778.4 millones, y aumenta en 28% respecto del 2023, cuando fue de Q16 mil 141 millones, por lo cual aumenta en Q4 mil 636.7 millones, según la estructura.
Por pago de intereses de la deuda pública se programaron Q14 mil 25.7 millones, de los cuales Q9 mil 796.6 millones es interna y Q3 mil 765.4 millones, externa.
En lo que se refiere a amortizaciones de las deficiencias netas —pérdidas operativas— del Banco de Guatemala se programaron Q2 mil 474 millones, así como amortizaciones de Q4 mil 278.7 millones para préstamos de largo plazo.
Interpretación
Edwin Martínez Cameros, titular del Minfin, expuso que en el 2020, por los efectos de la emergencia sanitaria por el covid-19, se incrementó la deuda interna, pero que en el 2021 se disminuyó, y en los ejercicios 2022 y 2023 fue menos. Para el 2024 se está proponiendo una menor cantidad, por lo que no se está incrementando, destacó.
Citó que para el 2023 eran Q12 mil millones y para el 2024 serían Q10 mil 557 millones en el rubro de deuda interna —bonificada— y en cuanto a los préstamos, en el 2023 se contaba con Q3 mil 50 millones y para el 2024 serán Q3 mil 84 millones.
Asimismo, el funcionario hizo énfasis en que para préstamos hay cuatro gestiones en el Congreso, y que, si aprueban, solo dos de ellos incrementarán el endeudamiento en términos netos.
“Lo que se va a hacer es una disminución de bonos y poner en su lugar los préstamos —para sustitución de fuente—. No hay un aumento de la deuda pública,” subrayó.
En todo caso, prosiguió, se quiere incrementar el presupuesto de inversión pública y una forma de hacerlo son los préstamos, pero esto ha sido mal visto, porque “dicen que es endeudar más al país”, precisó.
“Pero si no nos endeudamos, lo que debe haber es un mejor control para el uso de los préstamos, que se utilicen de una mejor forma”, añadió.
En comparación con otros años, ahora se presenta un déficit menor (1.7%) y se está ajustando, puesto que el monto del presupuesto 2024, de Q124 mil 880 millones, es muy elevado, pero a la par también hay una mayor recaudación, según las estimaciones, y si hay mayor recaudación el monto del presupuesto va a subir, manifestó el ministro.
Por otra parte, destacó los canales de la composición de la estructura de endeudamiento, en la cual ha crecido más la deuda bonificable versus la externa.
“Con los préstamos se ha ido reduciendo el uso de los recursos, porque no se aprueba el uso de los mismos en el Congreso, y si no se aprueban será un espacio en el presupuesto que no será utilizable, y por eso está en la misma cantidad del 2023 y 2024, que es lo que se está proponiendo”, concluyó.
¿Cuánto debemos?
Al 31 de agosto el total de la deuda pública de Guatemala es de Q219 mil 616.53 millones, indica el reporte de Operaciones de Crédito Público del Minfin que registra las operaciones de endeudamiento y su saldo.
De este monto Q125 mil 496.09 millones es deuda interna y Q94 mil 120.44 millones es deuda externa.
Las cifras confirman un incremento del 39.5% de la deuda a partir del 2019 cuando cerró en Q157 mil 325.85 millones y del 2020 para agosto último el indicador subió en Q62 mil 290.68 millones, explicado en parte a la emergencia sanitaria.
La deuda como proporción al PIB hasta agosto es del 27.8%, pero a diciembre del 2022 cerró 29.2%, según el reporte.
Por revisar indicadores
Cándido Leal, presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso, que celebra las audiencias sobre el proyecto del presupuesto 2024, explicó aún no han entrado a conocer la parte relacionada a deuda pública, pero sí adelantó que podrían llevar a cabo posibles cambios a esta parte.
Los ajustes estarían enfocados en el tema de ingresos tributarios, pero que se estaría analizando en la comisión en los siguientes días.
“Consideró que, si se puede incrementar la parte de recaudación tributaria en 2024, y la SAT tiene los mecanismos para hacerlo”, afirmó.