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Qué significa para la economía nacional que el 58% de las remesas se destina al consumo y el 30% a inversión y ahorro

El ingreso de divisas por remesas familiares registró un crecimiento de 9.8% en el 2023 en comparación con el 2022, lo que apoya el crecimiento económico medido por el destino del gasto.

Guatemala recibió US$19 mil 804 millones por concepto de remesas familiares al mes de diciembre anterior, con una tasa de crecimiento de 9.8% respecto al total del 2022, cuando la cifra cerró en US$18 mil 40 millones. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Guatemala recibió US$19 mil 804 millones por concepto de remesas familiares al mes de diciembre anterior, con una tasa de crecimiento de 9.8% respecto al total del 2022, cuando la cifra cerró en US$18 mil 40 millones. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Guatemala recibió US$19 mil 804 millones por concepto de remesas familiares al mes de diciembre anterior, lo que equivale a unos Q154 mil 471 millones (al tipo de cambio por Q7.80 por US$1), con una tasa de crecimiento de 9.8% respecto al total del 2022, cuando la cifra cerró en US$18 mil 40 millones.

Las cifras de cierre anual fueron oficializadas por el Banco de Guatemala (Banguat), que dan cuenta de un incremento de US$1 mil 764 millones en la balanza cambiaria y confirman que gran parte de la economía depende de los recursos que despachan los migrantes radicados en su mayoría en Estados Unidos.

Es así como con este monto, las remesas representaron el 19.6% del producto interno bruto (PIB), lo que marca un ingreso histórico del global, pero también hubo una desaceleración, ya que en 2021 la tasa de crecimiento fue del 34.9% y 2022, de 17.9%.

Para 2024, la variable también marca una tendencia positiva y los análisis indican que las remesas esperadas con US$21 mil 927 millones -unos Q171 mil millones-, con lo que se alcanzaría el 20.3% del PIB.

¿En qué se gasta?  

De acuerdo con la “Encuesta Sobre Migración Internacional de Personas Guatemaltecas y Remesas 2022” de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el consumo es el principal destino que los hogares beneficiarios le dan a las remesas, pero no es el único, como se muestra en este esquema actualizado con los datos al 2023:

  • Consumo: US$8 mil 515 millones, que equivalen a Q66 mil 422 millones.
  • Inversión y ahorro: US$5 mil 743 millones o Q44 mil 796 millones.
  • Consumo intermedio: US$2 mil 772 millones o Q21 mil 625 millones.
  • Inversión social: US$2 mil 376 millones o Q18 mil millones.

La muestra indica que el 43.8% de las remesas se destinan al consumo familiar, relacionado sobre todo con la adquisición de bienes y servicios en el hogar; el 29.3% se asigna a pequeñas inversiones y ahorro; el 14.6% es para consumo intermedio y 12.3% para inversión social.

Entonces uno de los hallazgos es que las remesas elevan el consumo, pero no fomentan la productividad.

 

¿Gastar o ahorrar?

En vista de lo anterior, comienza a generalizarse la idea de crear programas de apoyo para que las familias aprendan a invertir las remesas y dar incentivos a la generación de empleo por medio de la inversión productiva, aparte de fomentar el ahorro de la mayor parte posible de estos recursos.

A la pregunta, ¿cómo se pueden aprovechar más las remesas para inversión y ahorro?, Herbert Hernández, gerente general del Banco de los Trabajadores (Bantrab) declaró que una forma de aprovechar estos recursos es promover la bancarización de quienes las reciben, mediante la oferta de productos financieros y programas de educación financiera.

Ello incentivará la inversión y el ahorro y, en consecuencia, favorecerá el crecimiento económico y personal de los beneficiarios. Se trata dar un valor agregado a las remesas.

Para Fernando Estrada Domínguez, director de la Comisión de Estadísticas de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), si bien las remeses con frecuencia se utilizan para bienes de consumo, una mejor forma de aprovechar esos ingresos sería invertirlos en activos tangibles que tengan plusvalía a futuro y en lugar de depreciarse en el tiempo, se aprecien.

O sea que es mejor invertir en un terreno, remozar una vivienda o comprar una casa o apartamento, lo que es una inversión a futuro que va a ir incrementando su valor. En cambio, si el ingreso de remesas se utiliza para comprar una televisión o un equipo de sonido, se está gastando en bienes que con el tiempo pierden su valor.

Y al final, la ventaja de invertir en bienes inmuebles es que aparte de que son un buen escudo ante la inflación, con el tiempo se aprecian y además son bienes que luego se pueden heredar o desmembrar a favor de otras personas.

¿Cómo se puede hacer?

Los expertos consultados aseguraron que ya mantienen una vigilancia sobre esa variable (las remesas), por lo que Hernández apuntó que el creciente flujo de remesas constituye una gran oportunidad y compromiso con los más de 3.4 millones de guatemaltecos que residen en el extranjero y con sus familiares en Guatemala.

“La industria financiera es ya el principal eje en el envío y la recepción de estos recursos. El compromiso es ofrecer un servicio personalizado, seguro y confiable, a través de distintos canales a nivel nacional”.

Además, hay iniciativas orientadas -por cada institución- a promover el bienestar integral de la población mediante el mejor uso de las remesas promoviendo el ahorro y la educación financiera.

Estrada Domínguez destaca que sí se han ido creando mecanismos para que los migrantes puedan invertir en bienes inmuebles desde el extranjero. Citó, por ejemplo, que el Instituto de Fomento de Hipotecas Aseguradas (FHA) tiene un programa con el que los migrantes pueden comprobar sus pagos o ingresos mensuales y calificar a un crédito para la compra de una unidad de vivienda.

Por otra parte, algunos proveedores de materiales han experimentado crecimiento en sus ventas en la provincia, debido a compras de block, cemento o agregados entre otros, para remozar o construir viviendas.

“Teniendo certeza jurídica e invirtiendo con constructores y desarrolladores confiables se puede fomentar la inversión de remesas en bienes tangibles, lo cual fomenta la inversión de capital, productividad y bienestar familiar en el largo plazo”.

Entre los planteamientos de los consultados están:

  • Ofrecer tasas competitivas de captación.
  • La inclusión financiera mediante herramientas digitales que facilitan la bancarización.
  • Formalizar los ingresos, ya que las familias en Guatemala al recibir esos recursos periódicamente, luego pueden comprobar que califican para diversos planes de crédito productivo, compra de terrenos o de vivienda.
  • Ya se realizan esfuerzos por organizar ferias para migrantes en EE. UU., en las que se muestran proyectos locales de desarrollo y construcción en Guatemala.

Qué se ve a futuro

En una mirada en el corto plazo considerando el incremento de las remesas durante el 2024, los expertos también hacen consideraciones:

  • Cada año, las remesas revisten mayor importancia y los envíos son más eficientes, lo que ha abaratado los precios de las transferencias. Uno de los retos es bancarizar y educar a los beneficiaros para que accedan a productos financieros que hoy en día todavía ven lejanos, como por ejemplo los seguros. Para ello se necesitan estadísticas y estudios que hoy son escasos y desactualizados.
  • El cambio significativo que seguirá evolucionando es que quienes envían remesas cada vez tienen más control sobre estas, lo que ha sido posible gracias a la era digital que ha evolucionado con mucha velocidad en este segmento.
  • El boom demográfico en Guatemala es una tendencia clara que indica que se va a dar una migración fuerte de lo rural a lo urbano. Esto demanda inversiones en vivienda y construcción, si se logra canalizar un mayor porcentaje de las remesas a este sector, lo cual puede ser muy positivo para la economía familiar.
  • Al tener acceso a agua potable, drenajes, electricidad y servicios de calidad, la calidad de vida y la salud mejoran.

Remesas y recaudación

Fernando Suriano Buezo, intendente de Recaudación de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), añadió que las remesas también impactan en la recaudación de impuestos, ya que activan el consumo de bienes y servicios, lo que está afecto al impuesto al valor agregado (IVA) y por el lado de los vendedores, están afectos al impuesto sobre la renta (ISR). “Si no hay consumo, no hay impuestos o al menos, los relevantes”.

Además, señaló que estas transferencias tienen la característica de que llegan a los 340 municipios, aldeas y caseríos; es decir que se trata de un flujo económico que es transversal a todo el país que activa la economía desde su base.

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ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.