El punto de máxima infección, dijo, ocurre en los meses de enero y febrero.
Pasada esa etapa, en el resto de la estación seca ocurre la fase de descenso, donde las hojas de los cafetos terminan de caerse y la roya no es visible.
Sin embargo, por la dinámica de este hongo, los ataques vuelven a iniciar en la temporada lluviosa.
Lo anterior ocurre porque sobreviven las esporas en las hojas necrosadas que se encuentran en los cafetos, lo que dará origen a las nuevas infecciones.
“Ya en época seca, no hay lluvia y no se reproduce —la roya—, pero la estamos viendo. Entonces de allí la siguiente fase es la de descenso, las hojas afectadas se caen”, recalcó Hernández.
El especialista explicó que durante la época seca se recomienda a los productores que efectúen la poda de cafetos, para ayudar a eliminar la roya residual.
La acción incluye eliminación de ramas y hojas, explicó el experto.
El hongo tiene la cualidad de no sobrevivir en el suelo. “Entonces si mueren las hojas, muere el hongo”, detalló Hernández.