Economía

Sectores logístico y de carga hacen un llamado a las autoridades a resolver de inmediato la crisis política

La movilización de carga de todo tipo, en especial hacia el occidente del país, comienza a verse seriamente afectada, tras cinco días de protestas, sin que el gobierno aporte soluciones, indican los empresarios.

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Bloqueos octubre 2023

Transporte de carga también está enfrentando dificultades. (Foto, Prensa Libre: Hemeroteca PL).

Según la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca) la movilización de la carga de diferente tipo comienza a disminuir de forma importante principalmente en el occidente del país y desde este viernes 6 de octubre, en la ruta al Atlántico, explicó el director general de la entidad, Héctor Fajardo.

En tanto, la Gremial de Transportistas Especializados en Combustible (Gretec), refirió que unas 700 pipas están varadas, incluidas algunas no han podido circular para despachar el combustible que contienen, mientras que otras se encuentran vacías. Es más, de 1,400 cisternas que en un día normal acuden a cargar dichos productos al Puerto San José, la afluencia disminuyó ayer un 75%. Es decir que  solo alrededor de 400 pudieron llegar a los depósitos.

Así mismo, la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB) reporta que esa industria empezó a afrontar problemas para abastecerse de materias primas que provienen del interior del país o de los puertos, principalmente de la costa sur, así como para distribuir sus productos, también en el occidente, con lo que coincide la Gremial de Logística de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG).

Las manifestaciones y bloqueos persisten por las acciones del Ministerio Público y las cortes contra el proceso electoral y este viernes por la tarde ya se reportaban protestas en unos 60 puntos del país.

Pérdidas diarias

El directivo de Catransca indicó cualquier acción que les impida la movilidad afecta el traslado de la carga y las entregas, pero esta semana ha habido rutas más complicadas como todas las de la CA-1 Occidente, que va de la capital hacia La Mesilla, Huehuetenango, que es donde más bloqueos han presentado desde el lunes de esta semana. En otros lugres ha sido menor el impacto, añadió.

El sector estima que el costo de tener un vehículo paralizado en carretera se calcula en unos US$109 diarios, a lo que se deben añadir otros costos como viáticos del piloto y hotel, si es necesario. En días normales, la distancia de la ciudad de Guatemala a Huehuetenango se recorre en alrededor de 7 u 8 horas, lo que se ha duplicado.

Respecto a soluciones, Fajardo dijo que uno de los problemas es que la infraestructura del país es insuficiente y no todos los tramos bloqueados tienen rutas alternas. Además, cuando sí las hay, eso implica costos adicionales ya que el recorrido tiene un costo de US$1.80 por kilómetro más el consumo adicional por el tiempo que va en fila.

Sobre la cantidad exacta de unidades de carga no tiene un dato específico, pero en el Registro Fiscal de Vehículos de la SAT aparecen unidades de 7 toneladas en adelante, que se consideran semi pesadas y pesadas, por un total de 100 mil vehículos registrados.

¿Sin combustible?

Mario Ortiz, presidente de Gretec, al ser consultado acerca de rutas alternativas expresó que “no podemos hacer nada, más que esperar que se resuelva la situación. Las unidades de combustible deben ser resguardadas, para prevenir algún siniestro”. Además, para el transporte de combustibles hay rutas establecidas y hay áreas donde no es posible ingresar por el tipo de camiones.

“En el altiplano, así como Retalhuleu y Coatepeque (en Quetzaltenango), ya hay desabastecimiento de combustibles porque no pudieron entrar las unidades; otras se quedaron del otro lado del bloqueo y no pudieron regresar a cargar. Es peligroso dejar unidades cargadas en la carretera, pero también dejarlas vacías debido a los gases”, explicó.

El directivo dijo que en el Ministerio de Energía y Minas hay registrados con licencia para transportar combustibles alrededor de 2 mil 800 unidades y el costo diario de transporte es variable, pero el promedio es de Q250, lo que sube en situaciones como la actual.

Posible escasez de comida

Enrique Lacs, director ejecutivo de la CGAB, dijo tener reportes de que la cadena de distribución de manufacturas de alimentos y bebidas se ha visto interrumpida, desde las entregas que deben hacer los distribuidores a los almacenes.

“Lo crítico de esta situación es que llevamos cinco días y cada día hay más puntos bloqueados, por lo que muchas empresas de la industria alimentos no están surtiendo los puntos de venta. En este viernes se registró la mayor cantidad de puntos cerrados en carretera y las empresas ya no pueden garantizar el abastecimiento de los productos”.

Además que como industria alimenticia ya empezaron a resentir la falta de algunas materias primas que vienen también del interior del país, de algunos puertos o de países vecinos, lo que puede afectar a largo plazo. Y coincide con los directivos de las organizaciones de transporte en que la región más afectada por el momento es el occidente del país.

“Podemos decir que algunos productos ya no están llegando y posiblemente las existencias o los inventarios de la tienda de barrio, del depósito o de un supermercado, empiezan a agotarse, lo que tendrá repercusión en los precios de productos básicos como aceite, huevos, granos básicos y otros”.

Concluyó que esa cámara ha solicitado y hecho un llamado a través de los medios, a que quienes bloquean permitan horas de paso las unidades que transportan mercancías. “No estemos en contra de las manifestaciones o expresen su oposición o malestar, pero hay que ser empáticos y permitir el flujo de alimentos, combustibles, salud o medicinas”, añadió.

“Hay muchos riesgos”

Francisco Toruño, presidente de la Gremial de Logística de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG) dijo que “vemos con suma preocupación que los días pasan y los bloqueos persisten; no recuerdo la última vez que hayamos llegado a un cuarto o un quinto día de bloqueos donde nos impacten más de una ruta a nivel nacional”.

A su juicio, los riesgos son muy serios para la población en general, por la posible falta de abastecimiento de productos. “La última vez que nos cerraron el paso por carreteras dos o tres días, a las industrias les costó dos semanas regresar al ritmo normal. Cada día que pasa es mayor el impacto, especialmente en una época de alta demanda, como el último trimestre del año”.

Al consultarle qué soluciones ven a esta situación, expuso que “aquí es donde uno necesita Estado y certeza jurídica. El clamor o solicitud de la sociedad o de parte de ella no puede ser resuelta a través de bloquear los derechos de locomoción del resto. Yo no veo otra solución, más que se liberen esos bloqueos. Desafortunadamente en esta situación muy puntual, no veo mesas de diálogo que estén avanzando hacia una solución pronta”.