“No estamos pidiendo algo que sea una exageración“, agregó el dirigente gremial, al precisar que demandan a las autoridades incrementar la tarifa de sus servicios de US$1.10 a 1.30 por cada kilómetro recorrido.
Altamirano dijo que desde el pasado lunes los vehículos de carga permanecen en las terminales, aunque no ofreció detalles sobre el nivel de afectación en el abastecimiento ni las pérdidas económicas derivadas de la medida.
Añadió que la medida de fuerza del gremio excluye obstruir las vías de comunicación.
Los transportistas de carga efectuaron en marzo pasado otra huelga en demanda de un reajuste del 30% en el costo de sus servicios, sin éxito.
Las autoridades nicaragüenses aún no se han pronunciado en público sobre la nueva paralización.