El oficialismo presente le gritaba a Maduro “Polar está cerrada”, a lo que el mandatario respondió de forma amenazante “bueno vicepresidente (Istúriz), la orden está dada”.
El grupo venezolano Empresas Polar, propiedad de Lorenzo Mendoza, es acusado por Maduro de encabezar una supuesta “guerra económica” orquestada por empresarios de derecha para sumir en crisis al país y desestabilizar a su gobierno.
Polar confirmó este sábado que cerró sus cuatro plantas productoras de cerveza y maltas en el país -que abastecen 70% del mercado- por no poder acceder a divisas para importar materia prima, dentro del severo control de cambios impuesto por los gobiernos chavistas desde 2003.
Venezuela enfrenta una dura crisis económica con recesión desde 2013 -la contracción fue de 5.7% el año pasado-, inflación de 180.9% en 2015 y pronosticada en 700% en 2016 según el FMI, escasez de más de dos tercios de los productos básicos y medicinas y cortes eléctricos en 19 de 23 estados del país.
Según datos del principal gremio industrial, las empresas venezolanas tienen 56% de su capacidad de producción paralizada, principalmente por falta de materia prima, inestabilidad política o apagones.
Ante este cuadro crítico la oposición recolectó esta semana 2.5 millones de firmas -13 veces lo requerido por las normas- para cumplir el primer paso de una solicitud de referendo revocatorio contra Maduro, previsto en la Constitución.
No obstante, Maduro dijo este domingo que “frente a la conspiración abierta, rebelión, revolución. Quien quiera trabajar, bienvenido, pero el que quiera parar una planta por sabotaje, después de que se embolsilló miles de millones de dólares, lo que puede terminar, caballero, es detrás de los barrotes.