En la vida ejecutiva es una variable a tener en cuenta, no es lo que dices es también cómo lo dices, y en esa franja está la importancia del comportamiento no verbal, materia que se viene constituyendo en indispensable en grupos de trabajo si se desea disminuir los problemas comunicativos. Hoy en día, las empresas de clase mundial trabajan para dar a entender que las señales no verbales entre sus ejecutivos deben ser estudiadas y así mejorar los equipos corporativos.
La relaciones ganadoras tienen un alto grado de confianza y aquellas que permanecen en duda, tratan de detectar dónde se encuentra esa química que lo impide; ahora sabemos que existen formas para aproximarnos y detectar quién está mintiendo en una relación, el tema ha dejado de ser puramente familiar y ha pasado a considerarse con toda la seriedad en las agendas de las organizaciones.
El estudio científico de la comunicación no verbal comenzó en 1950 (Mark L. Knapp); sin embargo, debemos acudir a los trabajos de Darwin (1872) que han contribuido al entendimiento de las expresiones faciales y las emociones y otros tantos estudiosos de la materia.
Lo que sabemos en concreto es que países como EE. UU. y en Europa se han tomado muy en serio el tema de la comunicación, tratando de estudiar la integralidad de la misma desde lo verbal y lo no verbal.
Recordemos que nuestro diseño humano ha sido constituido para decir la verdad, por ello estudiamos la mentira; cuando un ejecutivo puede leer la expresión facial en el rostro de un colega o familiar (miedo, ira, tristeza, alegría, repugnancia, sorpresa) tendrá muchos más elementos para anticiparse, corregir su proceso comunicativo o actuar inteligentemente, no por sospecha, sino por comprobación científica.
La buena noticia de todo esto es que el 29 de marzo nos visitará el doctor Rafael López, presidente de la Fundación Universitaria Behavior and Law, de España, experto en detección de mentira y comportamiento no verbal, quien disertará en la Universidad del Valle, institución que promueve programas de maestría sobre el tema en la región.
Si bien el tema es relativamente reciente, vale la pena colocar esfuerzos para mejorar los conocimientos científicos al respecto, y como bien dice Paul Ekman: “La mayoría de las personas, incluidos los profesionales, no saben detectar mentiras”.
Creo entonces que incursionar en el tema nos ayudará para no ser víctimas del engaño o descubrirlo por accidente, motivando nuestra cultura al fomento de la sinceridad. Hasta la próxima.