Economía

Agricultura sostenible

En el Día Mundial de los Fertilizantes, Yara hace un llamado al Gobierno Nacional y los productores locales, para promover un desarrollo agrícola bajo en emisiones y más resiliente al cambio climático.

La mitad de la comida que se produce en el mundo recibe nutrientes de los fertilizantes. Y en Guatemala la nutrición de cultivos es indispensable para una producción mayor, más fuerte y más saludable, que alimente a la población y desarrolle nuestro potencial agro exportador. Gracias a los fertilizantes, los cultivos de Guatemala son mucho más productivos y su cosecha de mejor calidad, lo cual redunda en mayor rentabilidad para los agricultores.
Por eso, Yara, la compañía noruega líder mundial en la producción y comercialización de soluciónes para la nutrición de cultivos, decidió sumarse al Día Mundial de los Fertilizantes, que tendrá lugar el próximo 13 de octubre. Su celebración tiene como objetivo educar a la población sobre el papel fundamental que juegan los fertilizantes en la seguridad alimentaria.
“Aunque pocos se lo imaginan, los fertilizantes hacen parte de su vida todos los días; ellos nutren las plantas con nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y otros elementos, de la misma forma que los alimentos nutren a los seres humanos”, explica Sergio Godoy Director Regional de Centroamérica.
De hecho, la mitad de todos los alimentos que se producen en nuestro planeta hoy en día, tanto para las personas como para los animales, es posible gracias al uso de fertilizantes. Los suelos deben fertilizarse para mantener el contenido adecuado de elementos minerales, que los cultivos necesitan para su correcto desarrollo, mediante su absorción en el momento preciso y en las cantidades necesarias. Sin embargo, existen algunos fertilizantes que podrían tener un mayor impacto ambiental que otros.
La elección del tipo de nitrógeno, por ejemplo, es fundamental no solo en cuanto a la rentabilidad de la explotación agrícola, sino en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero y su impacto en el pH de los suelos. “
“Resulta paradójico que teniendo que reducir las emisiones de amoniaco para evitar el calentamiento global, la urea de terceros países esté sustituyendo a los nitratos amónicos europeos, fertilizantes más eficaces, eficientes y con menor huella de carbono”, afirma Olaf Hektoen, Director de Yara para Latinoamérica.

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