“Queremos que las personas se consientan con nuestro lujoso chocolate y tengan una experiencia completamente sensorial que proporciona placer a la vista, olfato, tacto, gusto e incluso al oído”, comentó de Barillas.
La idea de formar la empresa nació hace tres años, cuando el esposo de Barillas dejó la empresa familiar con más de 27 años de experiencia en la industria alimenticia de elaboración de purés de frutas.
Por consejo de una chocolatier y con el propósito de exportar un producto que pudiera mostrar claramente el origen de Guatemala, los esposos Barillas decidieron incursionar en el mundo del chocolate.
Después de un proceso que duró tres años para buscar muestras y encontrar los proveedores más convenientes por la calidad y ubicación, además de capacitarse ampliamente sobre el proceso de elaboración del chocolate, finalmente en 2014 se inauguró el actual quiosco ubicado en el Centro Comercial La Noria.
Así es como ahora, desde las barras clásicas de chocolate blanco con un mínimo de 34% de cacao hasta las de chocolate obscuro, con 74%, pasando por los bombones rellenos de fuertes sabores y notas aromáticas como tamarindo, licor de rosa de jamaica, horchata o cardamomo, los clientes de La Petite Mort tienen una amplia gama de sabores por experimentar.
Arte en chocolate
El arte también se suma a la gastronomía, pues un equipo de artistas trabaja con la firma y además de decorar a mano piezas pequeñas como zapatitos de tacón, recién salió a la venta una línea de chocolatitos rellenos de aguardiente Indita con tamarindo o rosa de jamaica, kalúa o Baileys, dedicados a la filatelia en donde se muestran sellos postales antiguos.
Aunque la empresa solo tiene el quiosco actual, sus barras ya se distribuyen en puntos de venta de alimentos orgánicos y una librería especializada que vende libros, café y chocolate.
La Petite Mort Chocolate hizo una alianza estratégica con la prestigiosa firma Pacari, de Ecuador y en los puntos de venta esa cadena también se ofrecen estos chocolates.
En corto plazo se buscará atender al mercado turístico, mientras que a mediano plazo la firma tiene planes para exportar y maquilar a quien lo demande.
Según De Barillas, una razón más para probar esta delicia es que los chocolates tienen en promedio 64% de cacao fino de aroma y sabor, con un contenido de azúcar mínimo y sin grasas hidrogenadas, mientras que los de tipo comercial llegan al 10%, aunque se pueden encontrar niveles del 3%.