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Agua, bosques, biodiversidad… Marn dejará muchos pendientes, afirman ambientalistas

Ya sea por falta de voluntad o por intereses particulares, institución que debe velar por el cuidado ambiental no ha tenido suficiente capacidad de coerción, por lo cual el medio ambiente continúa a la deriva, dicen voces expertas al tema.

Contaminación del río Motagua en la comunidad de Quetzalito, municipio de Santo Tomás, Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Contaminación del río Motagua en la comunidad de Quetzalito, municipio de Santo Tomás, Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los cuatro años de gestión de las actuales autoridades del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn) terminarán con mas pena que gloria, con un ministro, Alfonso Alonzo, que destaca como logro la instalación de biobardas en los ríos más contaminados del país, aunque no se atajó de fondo el principal problema, dicen expertos: el tratamiento de las aguas residuales ni el manejo de desechos sólidos.

Aparte de las biobardas, el Marn también fue noticia por el acuerdo gubernativo que pretende eliminar el uso de plásticos de un solo uso y de materiales desechables, normativa que; sin embargo, ya anunció el presidente electo Alejandro Giammattei que será derogada.

Conocedores del tema ambiental coinciden en que estos cuatro años transcurrieron con un Marn muy tibio para hacer cumplir las leyes ambientales ya existentes.

El mal manejo de aguas residuales posiblemente es el problema más emblemático, para el cual no se vislumbran soluciones de fondo y por lo tanto se convierte en uno de los principales retos de las próximas autoridades.

Falta visión estratégica y nadie controla

 

Marco Morales, doctor en ingeniería del agua y del ambiente, considera que ha faltado una visión estratégica en el Marn que ha empezado porque la institución “no ha tenido un líder con conocimientos y con un interés genuino de solventar” los problemas que afectan al ambiente.

Sin embargo, también atribuye el rezago ambiental a intereses de “sectores poderosos” que no quieren invertir en saneamiento ambiental, factor a que también contribuye una débil capacidad coercitiva del Marn.

Marcos Morales, doctor en ingeniería del agua

Como ejemplo, cita el acuerdo gubernativo 286-2006 que obliga a la instalación de plantas de tratamiento de aguas residuales a las municipalidades, pero que no se hace cumplir e incluso se prorroga el tiempo límite para que las comunas las instalen.

Añadió que no hay capacidad ni voluntad de las autoridades para forzar a un buen manejo de las aguas residuales a pesar de la normativa que ya existe. “Aquí cualquiera contamina y se ríe contaminando porque nadie lo va a multar”, expuso Morales.

Desechos sólidos

 

Expertos también señalaron que una deuda pendiente del Ministerio de Ambiente es el manejo de desechos sólidos y el que no hay un plan, ni siquiera de mediano plazo para el traslado del basurero de la zona 3 capitalina, el mayor foco de contaminación de las aguas subterráneas que, según cálculos, recibe 300 mil toneladas de basura por año.

Magaly Arrecis, analista ambiental, coincidió en que el poder de sanción del Marn ha sido “débil y poco técnico”. Prueba de ello, indicó, es que la ampliación del plazo límite para que las comunas construyan plantas de tratamiento de aguas residuales.

Arrecis subrayó que el próximo gobierno deberá centrar sus esfuerzos en hacer cumplir, tanto las normativas vigentes como el Plan Nacional de Acción del Cambio Climático

Pobladores de Jutiapa observan la contaminación del río Paz, limítrofe entre Guatemala y El Salvador. (Foto Prensa Libre: Óscar González)

El director de la Fundación para el Ecodesarrollo y Conservación (Fundaeco), Marco Vinicio Cerezo Blandón, enumeró a deforestación, el tratamiento de aguas y desechos sólidos, la contaminación del aire y la adaptación del cambio climático como lo principales retos ambientales del país, y comentó que en los últimos años ha habido un retroceso en el tema.

Marco Vinicio Cerezo, director Fundaeco

El retroceso, remarcó Cerezo, se debe a que no se invierten suficientes recursos en gestión ambiental, ya que sumados los presupuestos de todas las entidades relacionadas con el manejo de los recursos naturales no se alcanza ni el tres por ciento del Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la Nación, y así “no se puede salvar al medio ambiente”.

Cerezo agregó que también ha faltado voluntad política para hacer cumplir las leyes. “Proteger el medio ambiente significa aplicar la ley, cerrar empresas contaminantes, sancionar a quienes destruyen los cuerpos de agua y los bosques y para esto se requiere voluntad y en estos últimos años no ha habido”.

El director de Fundaeco también señaló que “hemos tenido políticos que no tienen conocimiento de la ciencia”, ya que esta dice, por ejemplo, es que “el 80% de las enfermedades que matan niños es por la contaminación del agua y que muchos de los cánceres son de origen ambiental”.

Sugerencias

 

Para atajar los problemas que atañen al medio ambiente, Cerezo sugirió construir alianzas entre el Marn, el sector privado y la sociedad civil. Por ejemplo, no descartó que las alianzas público privadas sean útiles para la construcción de plantas de tratamientos para lo cual se requieren cerca de Q1 mil millones.

También sugirió restablecer el Consejo Nacional de Cambio Climático, fortalecer el sistema guatemalteco de áreas protegidas, así como la colaboración con el Ministerio Público, Defensa y Policía Nacional Civil para defender las ya existentes.

Costos

 

Los analistas coinciden en que nadie quiere asumir los costos del desarrollo económico del país lo que hace insostenible al sistema, y los costos se terminan pagando con la muerte de niños y enfermedades.

“El desarrollo social y urbano y económico del país se ha mantenido porque se ha matado a la naturaleza y no se han asumido los costos asociados a esa contaminación. El modelo de país no es sostenible porque se están acabando los recursos naturales”, sentenció Morales.

Arrecis enfatizó en que el agua contaminada no solo incide en peores indicadores de salud, sino que también afecta la economía familiar porque las personas se enferman y tiene que gastar en hospitales, medicinas y pierden horas productivas.

“Es muy caro lo que estamos pagando por no atender un tema básico que es tener agua limpia y el tratamiento de aguas servidas”, afirmó la analista.

“Podemos ver el vaso medio vacío o medio lleno”

 

Sin embargo, el titular del Marn, Alfonso Alonzo, asegura que durante su gestión hubo avances importantes en el tema ambiental. Por ejemplo, dijo que se cuentan con 500 plantas de tratamiento cuando al inicio de la actual administración solo habían 50.

Además, citó como logro el impulso de las biobardas, una especie de trampa para retener la basura flotante de los ríos, solución que es vista por los ambientalistas como una acción muy pequeña de lo que debe ser una estrategia integral de saneamiento del agua.

“Cuando llegamos habían 50 plantas de tratamiento y ahora hay 500, si eso no es un avance entonces no sé en qué país viven los analistas”, afirmó Alonzo.

El funcionario asegura que en cuanto al basurero de la zona 3 ya se trabajaron propuestas para el cierre técnico de este y el de Amatitlán.

El basurero de la zona 3 capitalina, que recibe 300 mil toneladas de basura al año, es uno de los principales focos de contaminación del agua subterránea. (Foto: Hemeroteca PL)

No obstante, Alonzo reconoce que se deben construir cerca de dos mil plantas de tratamiento de agua y está pendiente de abordar la problemática del resto de basureros en el país. “Usted puede ver el vaso medio vacío o medio lleno. Guatemala va a salir adelante cuando tenga una mentalidad positiva”, afirmó el titular del Marn.

Otros logros

 

Alonzo también destacó como logros el “fortalecimiento institucional” puesto que el Marn, hoy en día, es uno de los ministerios que más profesionales tiene y es el primer ministerio en el continente que trabaja las 24 horas del día.

El funcionario desestimó las críticas de ambientalistas que señalan al Marn de falta de voluntad para hacer cumplir la ley. “Los analistas jamás se han mojado las botas ni han estado en el campo y hablan cosas que ellos creen. Son muy ligeros… De que hace falta hace falta, pero hemos avanzado”, enfatizó.

En ese sentido añadió que han puesto más de 150 denuncias en el Ministerio Público, por lo cual más que sancionar a los infractores de las leyes ambientales es la justicia la que debe garantizar que haya persecución penal.

 

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