Al sur de Escuintla se encuentra Sipacate, un municipio costero que se creó en 2015. Cuenta con alrededor de 80 hoteles para recibir a veraneantes, según datos de la comuna. Su alcalde Walter Nájera, cuenta que gran parte de la economía del lugar depende del turismo, aunque le preocupa que se hayan levantado las restricciones de una forma abrupta.
“La economía del lugar depende del turismo. Si se abren las playas podría haber desde 10 mil hasta 50 mil veraneantes de diferentes partes del país. Lo veo complicado bastante difícil, creo que puede haber un rebrote fuerte”, dijo Nájera.
Un problema, según el jefe edil, es que en el municipio hay apenas 19 elementos de la PNC y de estos son entre cuatro y cinco los que patrullan las calles. Esto podría dificultar mantener el orden en la playa, comenta.
“¿Qué voy a hacer yo con 19 elementos de la PNC? De estos unos se van de descanso, otros se quedan en la oficina y a la larga solo se quedan cuatro o cinco elementos patrullando el municipio. Y si vienen 100 mil veraneantes, ¿qué voy a hacer yo con cuatro policías? ¿Cómo le voy a decir (a los turistas) que guarden el distanciamiento social? A la gente de mi pueblo yo la puedo controlar, pero a la de otros lugares no porque me pueden salir brincones”, cuestiona Nájera.
Por su parte, la alcaldesa de Flores, Petén, Mayra Elizabeth Altán, dijo que esperan que pronto se puedan abrir los parques arqueológicos en el municipio con las medidas del distanciamiento social y demás protocolos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
En estos últimos días han observado que los turistas que llegan al municipio no guardan las medidas de protección, como el uso correcto de la mascarilla. “No entienden razones, nosotros lo que hacemos es pedirles encarecidamente que se protejan”, dice Altán.
Coincide con Nájera con que los agentes de la PNC en el lugar son insuficientes. Durante los últimos meses la municipalidad requirió su presencia para someter al orden a personas que hacían fiestas o ingerían licor sin mantener las normas, pero no atendían el llamado con celeridad.
“Cuesta mucho con la policía. A veces se les hace el llamado y si les da la gana van. Cuando hubo restricciones llamábamos al a policía a veces porque escuchábamos que habían fiestas y personas borrachas, pero a ellos nunca les preocupó ver qué sucedía. Eso ha sido un factor importante en la transmisión del virus acá”, explica la jefa edil.
Por su parte, el alcalde de San Pedro La Laguna, Sololá, Edwin Mauricio Méndez, comenta que aún no se han definido los protocolos de prevención para el ingreso de turistas. Estos se definirán esta semana en conjunto con el Centro de Operaciones de Emergencia Municipal, donde participan las instituciones con presencia en el municipio. Reconoce que la falta de elementos de la PNC fue un problema desde el 13 de marzo, que se presentó el primer caso de COVID-19 en el país.
“Habrá refuerzos”
Jorge Aguilar, vocero de la Policía Nacional Civil (PNC), informó que a nivel nacional hay 40 mil agentes de la PNC para una población de 14 millones 901 mil 286, según los datos del Censo 2018. Eso equivale a 0.24 policías por cien mil habitantes.
El portavoz explicó que se implementa un plan permanente de seguridad ciudadana en coordinación con las municipalidades y aseguró que reforzarán la presencia policial en sectores donde haya incidencia criminal.
“El servicio de seguridad se mantiene. Hay reapertura de país y la PNC está consciente que se necesita más presencia”, afirmó.
Coordinan reuniones
Marvin de León, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), dijo que han tenido reuniones con autoridades del Ministerio de Gobernación para mejorar los circuitos de seguridad y multiplicar los patrullajes.
De momento en estas reuniones participaron alcaldes de Sacatapéquez y en la próxima semana se invitarán a autoridades ediles de Sololá y Petén, dijo De León.