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Alimentación escolar: Persiste la entrega de bolsa con víveres en las escuelas

Por tema de infraestructura y falta de disponibilidad de padres de familia para preparar los alimentos, en las escuelas los alimentos se siguen repartiendo a los estudiantes a granel.

Durante la pandemia del covid-19 la alimentación escolar se entregó a los estudiantes en especie, ellos recibieron una bolsa de víveres, la práctica en algunas escuelas se mantiene. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Desde hace siete años los estudiantes del sector público tienen el beneficio de la alimentación escolar, mismo que se ha ampliado en cobertura. Con la aprobación de la ley en 2017 se alcanzó a los estudiantes de preprimaria y primaria, y en 2021 se extendió a niños matriculados en educación inicial y a los inscritos en secundaria.

Según la normativa, los alimentos serán preparados para servirlos a los estudiantes en los centros educativos, y así ocurría antes de la pandemia del covid-19; sin embargo, por la crisis sanitaria se implementó dar bolsas con alimentos no perecederos que debían cubrir las necesidades nutricionales de los niños y así se hace desde el 2020.

Las clases presenciales regresaron, y a partir de este año, la práctica de dar alimentos preparados a los estudiantes se retomó, pero no en todos los establecimientos públicos, en algunas escuelas persiste la entrega de víveres.

Maestros de la cabecera departamental de Sololá indican que el 99% de las escuelas entrega la bolsa de alimentos. Lo mismo ocurren en Ixcán, Quiché; en Pajapita, San Marcos; en comunidades de Alta Verapaz, y en algunos centros educativos de Huehuetenango y Jalapa.

Se consultó a directores y maestros de varios centros educativos de la capital y reconocieron que también hacen la entrega de productos en especie.

Entre las razones de peso para que la bolsa con alimentos se siga repartiendo es la falta de cocinas en los establecimientos públicos, lo que impide elaborar los platillos con medidas higiénicas.

De los 34 mil 785 centros educativos que funcionaban en 2023 en el país –niveles de preprimaria a diversificado-, solo uno de cada 10 contaba con cocina, según información oficial. Este espacio es necesario para cumplir con el beneficio de platillos preparados, como lo establece el reglamento de la Ley de Alimentación Escolar en el artículo 40.

Son 3 mil 950 los establecimientos que tienen una cocina, y el 73 por ciento son escuelas de primaria, lo que significa que de los 16 mil 636 centros educativos que imparten este nivel, únicamente el 17.3% tiene un espacio la preparación de alimentos.

Falta de tiempo

Otra debilidad del Programa de Alimentación Escolar (PAE), es que no todos los padres de familia disponen de tiempo para llegar a los establecimientos para cocinar, debido a su horario laboral. En las áreas urbanas la limitación es mayor.  

“Una de las razones por la que no estamos entregando alimentos servidos en el establecimiento es porque hay casi 550 alumnos y los padres no quieren ir a cocinar, porque no tienen tiempo”, dice la directora de una escuela de la zona 18 capitalina. Según la ley, son las Organizaciones de Padres de Familia (OPF), las encargadas de la elaboración de la comida, con la guía de menús establecidos por el Mineduc.

“Muchas madres son solteras y trabajan, y de hacerlo, es irse a la escuela a las cuatro de la mañana y salir a eso de la 11 de la mañana, cuando ya dejan limpia la cocina para el día siguiente, pues la refacción debe estar lista a eso de las 9.30 horas”, agrega.

Por ello, para muchos padres de familia es mejor tener el beneficio de los alimentos a través de la bolsa, ya que pueden cocinar en casa para toda la familia. Tanto para los papás como para los docentes es más práctico entregar los víveres.  

Por otro lado, también mencionan que la cantidad de alimentos que reciben para los niños es insuficiente, y al prepararlos en la escuela no alcanza para darles una ración apropiada. El elevado precio de los productos de la canasta básica hace que los Q6 diarios que se asignan a cada niño de preprimaria y primaria, y los Q4 diarios para educación inicial y nivel medio sea poco.  

Ante la falta de padres para cocinar, en algunas escuelas, principalmente en el área rural, son los docentes quienes cocinan, pero esto les resta tiempo para la enseñanza en el aula.

“Estamos duplicando funciones, no es que no lo queramos hacer, sino que estamos descuidando a los alumnos por hacer una labor que no es docente”, dice un maestro.

Pese a ello, muchos lo hacen. “Es cierto que el tiempo no alcanza, pero recordemos que algunos niños no comen en casa”, dice otro docente de la provincia.

Modificación presupuestaria

En el presupuesto del Mineduc para este año se asignaron Q3 mil 172 millones para cubrir la alimentación escolar de los estudiantes de educación inicial, preprimaria, primaria y nivel medio, según el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) del Ministerio de Finanzas. La ejecución hasta este 6 de mayo era del 41.8%.

De ese presupuesto se han hecho modificaciones a lo interno de la cartera para cubrir los distintos niveles educativos. Se quitó Q17 millones 134 mil 296 a la asignación de preprimaria y primaria, y se trasladó al nivel medio y educación inicial, este último tiene el 74% de esos fondos.

Dos opciones

Anabella Giracca, ministra de Educación, refirió que el desembolso de los fondos a las OPF se ha realizado en tiempo.

Algunos maestros indican que previo a cada entrega deben hacer una reunión con los padres de familia y ellos deben expresar si están en la disponibilidad de llegar a la escuela a cocinar o si prefieren recibir la bolsa de alimentos. Esto queda plasmado en un acta.

“Hay un oficio, el cual señala que comprendemos y somos flexibles, que en caso de que no pueda servirse en la escuela, la alimentación puede entregarse como bolsa de alimentos, aunque empujamos a las escuelas para que hagan lo posible por servir la comida a los estudiantes”, dijo Giracca.

A criterio de la ministra, entregar la bolsa no permite que los niños tengan una nutrición saludable que contribuya a su desarrollo, pues esta no cuenta con proteínas, como pollo o huevos. Pero, no pueden obligar a los padres a cocinar.

La Ley de Alimentación Escolar establece en los artículos 28 al 30 que el Ministerio debe gestionar tanto con municipalidades y con otros ministerios la infraestructura necesaria para implementar la alimentación escolar (cocinas).  Además de proporcionar a las escuelas el equipo necesario para entregar los alimentos, además de gestionar que los establecimientos tengan servicios como agua y energía eléctrica para cumplir con el programa.

Giracca refiere que trabajan en alianza con municipalidades y coordinan con el Ministerio de Comunicaciones para la creación de cocinas en las escuelas, pues como Mineduc no pueden construir, lo que sí pueden hacer es el remozamiento de los centros educativos, para lo que se tiene un techo de Q75 mil en cada escuela, y en este proceso priorizan la restauración de estos espacios.    

Otra de las soluciones que analizan a mediano plazo para que los alimentos sean preparados en las escuelas, es la contratación de personal para que lo haga, pero esto requiere de un aumento en le presupuesto de la cartera, según la funcionaria.

Más recursos

Mientras la discusión continúa sobre la entrega de comida preparada o a granel, en el Congreso diputados de la bancada Cabal, presentaron una propuesta para incrementar de nuevo el monto de inversión para el Programa de Alimentación Escolar.

El pasado martes 30 de abril, se presento la iniciativa para reformar la Ley e incrementaría de Q6 a Q8 el gasto por cada niño en alimentación. Lo justifican los legisladores en que se debe hacer inversiones más grandes para combatir la desnutrición y el país está pasando por un buen momento en la recaudación fiscal, por lo que se puede disponer de más recursos.

La propuesta fue recibida en la Dirección Legislativa, pero no ha llegado al pleno para su discusión.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.