Los afectados dijeron que los señalaban de llevar escondido en el vehículo de emergencia al alcalde de esa localidad, por lo que les bloquearon el paso, mientras el niño sufría por no poder respirar.
“Decían que en la ambulancia llevaban al alcalde. El personal estuvo retenido unos 20 minutos. Al conductor le tiraron basura en la cara para que no pudiera continuar, y querían abrir la ambulancia”, refirió un socorrista, quien aseveró que los inconformes intentaron agredir físicamente al piloto y al paramédico que iban en la ambulancia; pero al constatar que solo iba el niño y dos mujeres, los dejaron pasar.
El bombero mencionó que cuando trasladaban al menor al nosocomio, se encontraba con vida.
“El niño murió en el hospital. Ese tiempo que nos retuvieron a los paramédicos fue especial; si no los hubieran retenido —los médicos—, hubieran tenido más tiempo de trabajar”, aseveró.
Suplicó por su hijo
Brenda Roxana Monroy, madre del menor, dijo llorando que a pesar de suplicar para que dejaran pasar la ambulancia, los culpaban de ser cómplices del jefe edil.
“Nos dijeron que si ahí iba el alcalde, que se bajara, y que también se bajara el piloto de la ambulancia. Le tiraron tierra y piedras, pero sobre su conciencia va a quedar la muerte de mi bebé”, lamentó Monroy.
Agregó: “Ellos no llevaban a nadie escondido, solo al bebé; y él necesitaba oxígeno. Esa gente siempre está haciendo protesta; las camionetas las paran constantemente”.
Otra familiar del menor aseguró que los responsables de los bloqueos son personas que dicen integrar la resistencia contra una empresa de explotación minera.
“Al llegar al hospital, al niño le pusieron aparatos en el corazón y los médicos dijeron que le daban 20 minutos para que reaccionara; pero después de ocho, murió”, mencionó la madre.
Indicó que el bebé en días anteriores solo había presentado un leve resfriado, pero observaron que tenía dificultad para respirar y por eso llamaron a los socorristas.
No quieren militares
Las protestas y bloqueos de un grupo de vecinos en San Pedro Ayampuc comenzaron la noche del martes, cuando llegó un contingente de soldados a petición del alcalde de ese municipio.
Los inconformes no permitieron el ingreso de las fuerzas castrenses, con el argumento de que el jefe edil solo busca su seguridad personal y para resguardar a una empresa minera.
El destacamento militar fue instalado a pocas calles del edificio municipal y el personal fue distribuido en colonias y aldeas que colindan con ese municipio.