El drama es evidente en el rostro de los facultativos, quienes todos los días juegan a la ruleta rusa, porque se ven frente a frente con el virus que ya se cobra la vida de dos mil 419 guatemaltecos; sin embargo, están decididos a enfrentar a la pandemia.
La Casa Ronald McDonald se ha convertido en un alivio para muchos médicos de los hospitales de Villa Nueva y del Parque de la Industria, donde se atiende a la mayor cantidad de pacientes covid. Es el caso de la pediatra Lorelai Guerra, quien llegó a ese recinto el 8 de abril luego de haber pasado por un proceso complicado para resguardar a su familia.
Recuerda que incluso rentar una habitación le era complicado porque las personas temían que estuviera contagiada, por lo que por un tiempo debió quedarse de forma permanente en el hospital.
“Ha sido una gran bendición haber encontrado un hogar lejos de mi casa. Ha sido una experiencia que me ha cambiado la vida, el alejarnos de nuestra familia para ejercer la labor que elegimos es un modo de vida, pero llevarla a cabo lejos de nuestra familia es bastante duro”, dijo Guerra.
“Pasamos con miedo latente, porque nosotros queremos seguir ejerciendo nuestra profesión, pero no queremos salir contagiados”, dijo la pediatra, quien recuerda al médico Óscar Guillermo Hernández Alonzo, quien laboró en el Hospital Temporal del Parque de la Industria y que fue su vecino de habitación.
Agregó que es dramático ver morir a las personas y que solo un pariente deba identificar el cuerpo y luego la vida se termina. “Los pacientes nos necesitan y eso nos llena de esperanza”, refirió la profesional, quien hace un llamado a quedarse en casa y mantener el aislamiento social.
Para el médico Luis Ángel Barrientos, quien labora en el intensivo para paciente de covid del Seguro Social de Villa Nueva y quien vive de forma temporal en la Casa Ronal McDonald, la pandemia ha sido una experiencia de vida, la cual le ha enseñado a ser “un mejor ser humano”.
“Es una experiencia de vida, es gratificante en la mayoría de casos, conlleva emociones tristes y de impotencia, pero al final es una de las lecciones más importantes que he tenido en mi vida, porque me ha enseñado a ser una mejor persona”, señala Barrientos, quien asegura que el miedo más grandes es contagiar a sus padres, ambos adultos mayores con complicaciones de salud (vulnerables).
“El miedo más grande es que se contagie mi familia, voy a cumplir cinco meses sin poder darle un abrazo a mis padres que viven en la zona 6”, señaló Barrientos.
“No hay que dejar de tenerle miedo al virus, este virus no respeta edad, no respeta nada, hemos tenido colegas que no han tenido factores de riesgo que han sido jóvenes que han muerto en la lucha contra este virus, no es como dicen que solo a los adultos mayores, al final estamos susceptibles a morir por el virus”, refirió el galeno.
Barrientos agregó: “he tenido muchos casos donde uno asume que los pacientes van mejorando, el oxigeno se les va bajando, pero repentinamente, en cuestión de horas se pone súper mal y fallece y eso es muy traumático porque uno hace lo posible por salvarlos, es algo muy triste porque va afectando el peso de tantas vidas en sus manos”.
Dulce María López Vásquez, médica del Hospital del Parque de la Industria y quien vive en la Casa Ronald McDonald, dijo al principio de la emergencia el miedo más grande que tenía era contagiar a su familia después de un turno; además, recuerda que tuvo que ver morir a dos de sus compañeros, un médico y una enfermera.
“El miedo es que no vaya a curarme si en algún momento llegara a infectarme, porque no se sabe si el impacto es leve, grave o puedo llegar a morir”, dijo López
En tanto, Pedro Pablo Escobar, médico general del hospital temporal del Parque de la Industria dijo: “hemos visto a mucha gente no poderse despedir de su familia, hemos visto morir a mucha gente muy mal, por eso hago un llamado a que se cuiden”.
Agregó que desde junio último se ausentó de su hogar para hacerle frente a la pandemia y aunque extraña la convivencia con su familia sabe que los pacientes también lo necesitan.
Si usted quiere apoyar a la Fundación Infantil Ronald McDonald lo puede hacer por medio de sus cuentas donde ellos reciben donaciones, para continuar brindando alimento y transporte a estos héroes, que están en la primera línea de atención a los pacientes con covid-19.