“Nos ocupamos de la educación de las alumnas y de la parte espiritual, al formarlas en la caridad con este comedor. Aprenden a conocer las necesidades de los ancianos y a involucrarse en su atención”, explica la catedrática Luisa María de Obiols.
Atienden de 30 a 50 adultos mayores. Entre mejor sea el clima, mayor será la cantidad de quienes llegan. Muchos se dedican a pedir limosna o a cuidar o lavar vehículos; viven en la calle o en condiciones paupérrimas.
Convivencia, las estudiantes y hermanas comparten actividades recreativas con quienes atienden. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)
“Uno de ellos es Mario, quien vive en una champa de nailon en un barranco de Villa Nueva. Vino un día temblando del frío porque había llovido toda la noche y el nailon se le rompió, y no durmió porque el agua le llegaba a los pies”, relata sor Carmelita Quiacaín. “Él viene todos los días desde tan lejos para almorzar”, agrega.
Aunque las estudiantes de los últimos grados de bachillerato se turnan de lunes a sábado para servirles el almuerzo o entretenerlos con terapia ocupacional o juegos, se necesitan donantes de alimentos o medicinas.
Cada vez se hace más difícil el sostenimiento del comedor. “Aunque tenemos una doctora y algunos padres de las alumnas que son oftalmólogos u odontólogos y donan sus servicios, es necesario conseguir los medicamentos”, explica De Obiols.
Atención, no solo se preocupan de alimentarlos, sino de brindarles medicina y cuidar su aspecto personal. (Foto Prensa Libre: Comedor Bethania)
Pero la ayuda no termina ahí. Los Amigos de la Congregación de Bethania, voluntarios que apoyan en este apostolado, les hacen visitas domiciliares para conocer sus necesidades y mejorar sus condiciones de vida, ya sea con frazadas, colchonetas, enseres del hogar o materiales de construcción.
“Aquí ellos se sienten queridos, bien atendidos y felices”, añade De Obiols.
Antes de almorzar, todos rezan bajo la dirección de sor Carmelita, y luego cantan un himno religioso. Después, las notas de la marimba harán amena la comida.
Espiritualidad, las hermanas de Bethania rezan con los adultos mayores antes de almorzar. (Foto Prensa Libre: Brenda Martínez)
El menú consiste en pizza del día anterior recalentada que fue donada, salchichas, ensalada de arveja china que alguien del mercado le donó al comedor porque no logró venderla, arroz y conserva de frutas, también donada.
Antes de irse, después de las 13 horas, les ofrecen a los ancianos comida para llevar. Muchos sacan recipientes plásticos. Esa será su cena.
Comienzos
Apostolado en Guatemala cumple 59 años.
La Congregación de Hermanas de Bethania Consoladoras de la Virgen de Dolores llegó a Guatemala el 2 de diciembre de 1955.
Las madres fundadoras fueron María de la Cruz Pinto Tobías y Dolores de María Zea Fernández.
Donativos -Toda ayuda es esencial-
Se puede donar al comedor víveres de todo tipo, medicinas, ropa, sábanas y frazadas.
Los aportes se pueden depositar en bancos, a nombre de Hortebe: en G&T Continental, cuenta 018086530-3, o en Banrural, cuenta 230-33389435.
Los donativos se reciben en la 3a. calle 23-41, zona 15, Vista Hermosa 1, o en la 29 calle 11-51, zona 5.
Más información en 2369-1872 o 2369-0913.