El Ministerio de Salud estima que el pico de la pandemia por coronavirus en Guatemala se alcanzará en agosto próximo; sin embargo, epidemiólogos independientes advierten de que solo se logrará fijar la cúspide con disposiciones sanitarias estrictas, cumplimiento de normas y mejoras de los hospitales; de lo contrario se seguirán prolongando los contagios masivos.
El panorama para Guatemala no es alentador: según las proyecciones de Salud, si el nivel de transmisión se mantiene como en la actualidad, para septiembre próximo habría siete mil fallecidos por covid-19.
José Ortiz, infectólogo y administrador del Observatorio Pandemia Covid-19, señaló que “el pico de la pandemia será sostenido” porque “no se prioriza el aumento de análisis de pruebas” y las autoridades no se prepararon para tener “disponibilidad de camillas para pacientes críticos”.
Agregó: “No hubo rigurosidad de las normas sanitarias, el Gobierno vio como algo secundario la realización de diagnósticos y los ocho mil resultados que no se han entregado pudieron ser personas que no guardaron cuarentena y quizá aumentaron la transmisión. Como no se hizo nada de lo anterior, es de esperarse que el pico de la pandemia será prolongado”, expuso Ortiz.
Ortiz basa su crítica sobre la carencia de camillas e insumos para médicos en los hospitales habilitados para atender a pacientes con covid-19.
Al respecto, el epidemiólogo Arturo Sánchez López explicó: “Son modelos predictivos. El comportamiento depende del cumplimiento de las medidas de prevención y de las líneas que dicten los gobiernos para disminuir la transmisión”.
Hospitales rebasados
En el informe preliminar de la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid), entregado al Congreso el pasado martes, se confirma que los hospitales públicos del departamento de Guatemala, foco de la pandemia, están rebasados de pacientes.
La estrategia del Ministerio de Salud es habilitar espacios en hospitales del área metropolitana para atender a personas en estado grave. El de Amatitlán recibe desde hace tres semanas a contagiados de coronavirus, pero no tiene suficientes camillas.
La misma situación afrontan las unidades de atención crítica del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y el hacinamiento es el común denominador.
Según el informe de la Coprecovid, al 30 de junio pasado los hospitales San Juan de Dios, Roosevelt y de Amatitlán se sobrepoblaron.
El San Juan de Dios, por ejemplo, tiene 140 camillas y albergaba a 156 pacientes. El hacinamiento llegaba al 11 por ciento. El Roosevelt tiene 143 espacios y según el diagnóstico de la Comisión 199 personas reciben tratamiento por la enfermedad, una sobrepoblación del 39 por ciento.
El informe de la Coprecovid detalla que en el Hospital Nacional de Amatitlán, que tiene 46 camillas, todas están ocupadas por pacientes graves de covid-19.
En tanto, en los hospitales temporales del Parque de la Industria y Villa Nueva se tiene disponibilidad de cien camillas, de acuerdo con el diagnóstico preliminar.
Otro hospital que se ha sumado a la atención de la pandemia es el Infantil de Infectología, que, según el informe de la Coprecovid, tiene 14 espacios disponibles y seis de ellos ya están ocupados.
En ese diagnóstico se incluye al hospital San Vicente de Paúl, con 36 camillas en disponibilidad y cuatro en uso. El Hospital Nacional de Ortopedia también podría usarse para atender a pacientes con esa enfermedad, según lo consigna el informe, aunque no reporta cuántos espacios tendría disponibles.
Ortiz prevé un escenario adverso para Guatemala, y de continuar desatendida la red hospitalaria nacional, el comportamiento sería “semejante a lo que ocurre en Estados Unidos, con una meseta prolongada, con altos y bajos, pero gran cantidad de contagios”.
Los epidemiólogos señalan que la primera “oleada de contagios por el coronavirus debería suceder en 180 días”, y es un período en el que se puede salir de la pandemia, pero si no se hacer lo necesario, se corre el riesgo de una “segunda y tercera oleadas de transmisiones”.
Mientras se mencionan las proyecciones y la situación futura por la pandemia, los médicos del hospital Roosevelt continúan señalando carencias y saturación.
Los problemas siguen sin ser resueltos, afirman los médicos, quienes agregan que aún hay demora en contratos de personal y no hay provisión de insumos de protección para los hospitales.
El 26 de junio pasado, el Ministerio de Salud debió haber recibido las propuestas de empresas privadas que ofrecían equipo de protección, pero el concurso en Guatecompras se ha pospuesto con autorización de la ministra del ramo, Amelia Flores.
Las autoridades se proponen comprar 14 tipos de insumos de protección para médicos, pero las empresas privadas argumentan problemas para cumplir con requisitos, por lo que se decidió prolongar la adquisición.
Zagreb Zea, médico del Hospital Roosevelt, en una conferencia improvisada afuera de ese nosocomio expuso: “Nosotros necesitamos un sistema de alto flujo —de oxígeno para pacientes— porque un cilindro dura de cuatro a siete horas y nos da mucha pena que sea maltratado un paciente por no poder darles una cama, no poder darles oxígeno de alto flujo, si nosotros ya hicimos la reconversión -para tratar a pacientes con covid- 19—, porque los otros hospitales no la han hecho”. El facultativo urgió a las autoridades a apresurar esos cambios.
“Lamentablemente, el crecimiento de la pandemia está haciendo que el sistema de Salud no se dé abasto, lo importante es prepararnos para lo que viene y será muy difícil. La única forma de protegernos será quedándonos en casa y guardar el distanciamiento social”, advirtió Alejandro Jovel, también médico de ese hospital.