Comunitario

Coronavirus: La historia de una familia que está al borde de quedarse sin nada

Una infección grave de covid-19 puede significar la pérdida de la vida y, en el camino, destruir el patrimonio de una familia que debe asumir cuentas hospitalarias que van desde los Q3 mil 500 al día.

Médicos del Hospital del Parque de la Industria denuncian que no cuentan con los medicamentos para atender a los pacientes severos de covid-19. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Médicos del Hospital del Parque de la Industria denuncian que no cuentan con los medicamentos para atender a los pacientes severos de covid-19. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Fernando –nombre ficticio– a sus 24 años es el mayor de dos hermanos y el pasado viernes junto a otros familiares esperaban el cuerpo de su mamá, que murió de covid-19 en el hospital temporal del Parque de la Industria.

Tan solo horas antes, en un hospital privado de la zona 1 había muerto el padre, también de covid, 18 días después de ser hospitalizado.

La pérdida de los padres es fuerte, sin embargo, la familia también compartía la preocupación por las cuentas hospitalarias que, en el caso del hospital privado, alcanzaban los Q285 mil por las tres semanas en tratamiento.

El covid en casa

El covid-19 llegó a la casa de Fernando por el papá que comenzó a complicarse su estado de salud y la familia buscó un hospital privado para su atención, confiando que tendría más y mejor atención y más y mejores probabilidades de sobrevivir.

“Por las mismas dudas y miedos que teníamos, decidimos no ingresarlo a un hospital nacional. Tomamos la decisión de llevarlo a un hospital privado. Mi madre, quién falleció hace unas horas, firmó para hacernos cargo de la deuda”, contó.

Al ingresarlo al hospital debieron de adelantar Q15 mil para hacerle “chequeos y análisis” y diagnosticar su gravedad, por lo que concluyeron que su pulmón derecho estaba muy delicado, A los 15 días de internado, los médicos siempre le indicaban que estaba recuperándose. Pero cuando pudo visitarlo observó que no había tenido mejorías, estaba aislado con las luces apagadas y sin que le aplicaran medicamentos.

Lea también: De cada 20 pacientes que ingresan a la Unidad de Cuidados Intensivos, uno sobrevive

“Nosotros dimos Q90 mil en efectivo, la cuenta del hospital llegó a Q284 mil en 15 días que estuvo internado. Eso sumaba medicamentos, los servicios, los honorarios de los médicos, guantes, oxígeno, su alimentación. Dos días estuvo con oxígeno nasal y luego le pusieron una mascarilla de oxígeno”, narró.

Mientras el papá de Fernando estaba hospitalizado fue su mamá quién asumió la responsabilidad de la deuda en el hospital, aunque insistieron en hacer convenios de pago antes de que murieran, el centro hospitalario no accedió.

Ante esta situación, la familia analizaba en dejar el cuerpo del señor en el hospital, no despedirse de él como querían y mucho menos tener una tumba donde enterrarlo, porque no tenían el dinero en ese momento y hacer todos los trámites legales les llevaría mucho tiempo.

Escuche también: Caso Isabel Véliz Franco, capítulo 3, “La condena”

Fernando recibió la noticia cuando estaba trabajando, por lo que llegó al sanatorio a averiguar qué había pasado con su papá. Cuando intentaron sacar su cadáver para enterrarlo se los negaron, debido a que debían cancelar la cuenta del hospital. Al siguiente día les llamaron indicándoles que sí podían retirar el cuerpo, pero debían hacer un convenio de pago o entregar algún inmueble.

Sedantes para mamá

La mamá de Fernando llegó al hospital temporal Parque de la Industria. Se habría contagiado por el esposo y por el gasto de la familia en las últimas dos semanas se decidieron a ingresarla al centro asistencial público. El dinero ya era escaso.

Ella, a sus 63 años y con diabetes, era un cuadro de covid-19 grave y aunque los primeros días en el hospital temporal fue atendida sin pedirle nada a cambio, al noveno día los médicos informaron a la familia que era necesario intubarla y para ello necesitaban sedantes y no tenían.

El medicamente costaba Q3 mil 500 la dosis diaria y durante cuatro días llevaron lo solicitado para que atendieran a la mamá, que al día 13 perdió la vida por el covid-19.

Lea también: Por qué una aeronave con cocaína aterriza en Guatemala cada diez días desde 2019

“Gracias a Dios teníamos la provisión para suplir el costo del medicamento. Era costoso conseguirlo, teníamos que dar varias vueltas para poderlo comprarlo y traerlo. Eran diarias las dosis que necesitaba. Me dijeron que con la compra de los anestésicos debíamos ayudar, porque no lo tenían”, cuenta Fernando.

En la búsqueda del sedante encontraron que en algunos lugares era un poco más barato, en otros más caros, en otros estaba agotado y en otros debían esperar más de cinco días para que se los trajeran.

“Lastimosamente uno no tiene una semana, porque primero fallecen. Ya falleció, sus pulmones se complicaron demasiado. Estaba en un estado muy delicado cuando ingresó y pasó todo este proceso”, lamentó.

El hospital temporal del Parque de la Industria se inauguró como un centro de atención completa, sin embargo, el desabastecimiento compromete la atención de pacientes de covid-19. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Situación constante

La situación que atravesó Fernando no es nueva, se ha repetido de manera cíclica durante toda la pandemia porque el desabastecimiento de medicamentos específicos contra el covid-19 ha sido una constante en Guatemala.

En julio del año pasado, la PHD en una verificación en el hospital del Parque de la Industria halló que las familias de los pacientes debían llevar medicamentos que solicitaban los médicos para que fueran tratados.

Lea también: Las debilidades, oportunidades y fortalezas de Consuelo Porras

Médicos que pidieron el anonimato por no estar autorizados a dar declaraciones explicaron que el año pasado solicitaban medicamentos como: bradyket, previene la formación de coágulos sanguíneos en el sistema venoso, y dexametasona, un tratamiento para alergias intensas, controla la retención de líquidos, entre otros. El año pasado estos medicamentos escasearon y se encarecieron por la alta demanda que existía, por lo que la compra para aplicarlo en un paciente covid-19 podría oscilar hasta en Q8 mil.

Zulma Calderón, defensora de la Salud de la Procuradora de Derechos Humanos (PDH), informó que reciben entre tres y cinco denuncias diarias desde hace tres semanas, por la compra de medicamentos que hacen los familiares.

La situación de los contagios de covid-19 en el país es preocupante, debido a que estamos en un lapso en donde los casos no bajan de mil diarios. Hay algo más grave aún, la viceministra de Salud, Nancy Pezzarossi, dijo que en los hospitales no tienen medicamentos controlados para los pacientes.

ESCRITO POR: