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El porcentaje de personas que dice salir solo para lo indispensable cada vez es menor. En abril era del 59 por ciento, cifra que poco a poco se fue reduciendo hasta llegar al 36 por ciento que se reporta en septiembre. La mitad de los entrevistados dice no guardar mucho encierro. Hay un 8 por ciento que asegura salir mucho.
Los datos tienen relación con ese cambio de percepción en la gente acerca de que hoy el covid-19 no representa un riesgo alto como lo era en meses pasados, pues la curva de contagios que reporta el Ministerio de Salud se va aplanando.
Pero también obedece a que las restricciones por parte del Gobierno han disminuido, y que con la implementación del sistema de alertas covid-19 se dieron los primeros pasos para la reapertura gradual del país. Cada vez son más los comercios que reabren, la actividad económica se reactiva, y el transporte público comienza a funcionar tras semanas de confinamiento.
Seis de cada 10 personas, independientemente del sexo, edad y nivel socioeconómico, dice salir con frecuencia.
“Los guatemaltecos están saliendo más y poniéndose en riesgo, pero esto lo hacen en el marco de las medidas aprobadas e incentivadas por el Gobierno”, afirma el Ricardo Sáenz de Tejada, antropólogo y politólogo.
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¿A dónde van?
A los participantes del estudio se les preguntó qué lugares han frecuentado en los últimos 15 días. Los espacios que más visitaron fueron supermercados, mercados o despensas, ocho de cada 10 personas así lo indicaron.
Las personas también aprovecharon ese tiempo para ir a restaurantes, espacios que estaban funcionando solo con autoservicio y servicio a domicilio, y que al entrar en vigencia el tablero empezaron a abrir.
Pese a que el municipio de Guatemala está en rojo, color en que estos espacios solo pueden funcionar con el 25% de su capacidad, tres de cada 10 personas dijeron que habían frecuentado uno. Son hombres, entre los 24 y 35 años y de nivel socioeconómico alto los que se acercaron a estos espacios para comer.
“El problema es que no todos los negocios tienen las capacidades financieras y técnicas para establecer medidas de control sanitario que protejan a trabajadores y clientes; y, sobre todo, no existen mecanismos de supervisión que permitan establecer si los establecimientos comerciales están cumpliendo con los protocolos, que, además no fueron establecidos como una norma, sino simplemente como ‘sugerencias’”, agrega Sáenz de Tejada.
La gente también comenzó a salir de sus casas para reunirse con familiares. Tres de cada 10 así lo hizo, y acá son los jóvenes los que más lo hicieron.
Solo un 2% manifestó haber asistido a un gimnasio, pese a que aún no se autoriza su funcionamiento.
El pasado 1 de septiembre, Edwin Asturias, director de la Comisión Presidencial para Atención a la Emergencia del Covid-19 (Coprecovid), dijo que se realiza un ensayo con 26 gimnasios del área metropolitana para determinar el protocolo de reapertura de estos espacios.
De acuerdo con la última actualización del semáforo de alertas de coronavirus, hay 201 municipios en rojo, y del departamento de Guatemala solo Chuarrancho aparece en amarillo y San Juan Sacatepéquez en anaranjado. Esto implica que hay más restricciones en el área metropolitana, aunque los guatemaltecos están saliendo más.
La población no se ha limado a frecuentar lugares dentro de la capital, pues uno de cada cuatro viajó a los departamentos.
