Ese 5 de junio, en una inspección la Procuraduría de los Derechos Humanos denunció desabastecimiento que afectaba a pediatría, intensivo, encamamientos y oncología en el Hospital General San Juan de Dios. Entre 20 a 25 pacientes no recibían quimioterapia diariamente, había falta de pago de 3 a 6 meses a 148 profesionales y más de 60 medicamentos estaban desabastecidos.
La situación no mejoró. Tres días después el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) publicó un comunicado en el que reconocía “escasez de algunos fármacos”, específicamente de sedantes, excusándose en la demanda mundial de medicamentos y los altos precios de algunos.
“El desabastecimiento es real, pero solo de algunos medicamentos relacionados con la sedación y la analgesia, pues en el resto de insumos estamos abastecidos en casi un 75 por ciento para atender a todos los ciudadanos que lo requieren”, refirió el ministerio.
Esto provocaba que muchos pacientes covid-19 positivos se despertaran en medio de la intubación y muchos de ellos se retiraran los tubos por sí solos.
21 días después, la situación no se logra solventar. Esta falencia también fue denunciada por médicos del Parque de la Industria, uno de los hospitales dedicados exclusivamente a pacientes covid.
Zulma Calderón, defensora de la salud de la PDH, dijo que si bien hay una demanda a nivel mundial, las autoridades de Salud tuvieron que prever esta situación desde meses atrás, principalmente porque ya no hay restricciones de movilidad y ello iba a incrementar los contagios.
“Un año después de la pandemia hemos aprendido que de todas las personas que se enfermen de covid, el 10 o 12 por ciento necesitaran hospitalización. El MSPAS tendría que haberse preparado para abastecerse de medicamentos críticos. Por otro lado, todo el tema administrativo, para variar, no se hizo en tiempo y eso es lo que nos tiene metido en esta situación que parece un callejón sin salida”, dijo Calderón.
Karin Slowing, experta en salud pública, considera que el problema no es por falta de recursos, ya que hay presupuesto disponible. Es probable, comenta, que el Ejecutivo retrasó procesos de compra de medicamentos mientras las reformas a la Ley de Contrataciones entraran en vigencia y fuera más fácil hacer compras directas, pero como eso no sucedió ahora hay un desabastecimiento.
Julio Valdés, exsecretario ejecutivo del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica (Comisca), explica que es crítico que un área de intensivo no tenga sedantes para intubar a pacientes. Esto se explica en parte porque el país no tiene materia prima, sino que importa todos los medicamentos a veces ya envasados. Esto retrasa el abastecimiento, según Valdés.
“La gran apuesta para el MSPAS es poner en perspectiva una gestión integral, no de reacción. Debe ser una gestión programada, bien planificada y bien elaborada”, comentó el profesional de la salud.
Se consultó al MSPAS cuándo podrían abastecerse de medicamentos, pero no hubo respuesta al cierre de esta nota.