González Herrera, quien todos los días abría el negocio a las 5 horas, dejó en la orfandad a tres niños de 5, 6 y 11 años, según confirmaron familiares a las fuerzas de seguridad.
Según testigos, los sicarios quienes viajaban en un motocicleta dispararon contra la mujer a pesar que en ese momento atendía a varios clientes. Los Bomberos Voluntarios no reportan ninguna persona herida.
De acuerdo con la Policía Nacional Civil en el sector operan varias pandillas que asedian a los comerciantes.
Comerciantes del sector indicaron que no están siendo extorsionados, y desconocen si González Herrera fue intimidada.
Presagio
El esposo de la víctima, Juan Carlos Dávila, relató a los investigadores que a las 5 horas colocó los accesorios del negocio en la calle, y minutos después se le acercó un joven que le exigió Q5 y un periódico, luego de cumplir con la exigencia, el hombre le dijó a Dávila: “Es la última vez que los voy a chingar”.
El viudo explicó a los agentes que a diario llegaba ese joven y les pedía dinero, solicitud que siempre atendían por temor a represalias.
“Mi esposa nunca me comentó que haya sido amenzada de muerte por el cobro de extorsiones. Todo estaba bien, no sé qué pasó”, señaló Dávila.