Comunitario

Tenía 35 semanas de embarazo y murió por covid-19: la situación de mujeres que han fallecido en pandemia y no han podido acceder a la vacuna

El Ministerio de Salud estableció el protocolo para vacunar contra el covid-19 a embarazadas, sin embargo, el registro para esta población está en proceso de habilitarse, pese a que son un grupo de alto riego al contagio y puede presentar un cuadro grave de la enfermedad y morir. En la pandemia han fallecido 27 embarazadas, podrían ser más.

Vacunar contra el covid-19 a las embarazadas debe ser una prioridad, para evitar complicaciones para ellas y para sus hijos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Vacunar contra el covid-19 a las embarazadas debe ser una prioridad, para evitar complicaciones para ellas y para sus hijos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Durante una semana tuvo fiebre, malestar generalizado, secreción nasal, dolor de cabeza. Tenía 24 años y 35 semanas de embarazo. El pasado 11 de mayo la ingresaron al centro de salud de Coatepeque, en Quetzaltenango. Fue diagnosticada con covid-19.

De emergencia la trasladaron al Hospital Regional de Occidente, donde le suministraron oxígeno. No hubo más opción que practicarle una cesárea para que su bebé naciera: fue una niña. Lamentablemente la madre tuvo que ser ingresada al área de intensivo con neumonía debido al coronavirus. Pasó un mes y cuatro días desde aquel diagnóstico positivo e internada en el hospital.  Ella murió y dejó en orfandad a un niño de tres años y a la bebé que llevó en el vientre y que no pudo cargar, amamantar y besar.

La vacuna contra el covid-19 pudo salvarle la vida a ella y a otras mujeres en gestación que también han muerto tras contagiarse.

 

De acuerdo con el registro oficial, desde el comienzo de la pandemia hasta julio pasado van 9 mil 980 mujeres en gravidez con un diagnóstico positivo a coronavirus, esto las pone en peligro de tener complicaciones producidas por el virus, requerir cuidados intensivos, respiración mecánica e incluso llevar la muerte.

En estos 16 meses de pandemia son 27 embarazadas las que han perdido la batalla contra el covid-19, cifra reportada por la cartera de Salud. Sin embargo, el Observatorio de Salud Reproductiva (Osar) contabiliza un número mayor. En los siete meses de este año se reportan 17 decesos, mientras que en el 2020 fueron 34 muertes maternas con covid-19 y por complicaciones debido al virus, en su mayoría pulmonares.

Mirna Montenegro, directora del Osar, menciona que este año en Quetzaltenango hubo nueve muertes maternas por coronavirus. “Llegan en estado crítico a los hospitales, necesitan oxígeno y un manejo combinado entre obstetricia y medicina interna para su tratamiento, que a veces no se proporciona”, dice.

Tal es la necesidad de atender a esta población, que en el hospital de Petén crearon un área para embarazadas con covid-19, en el espacio donde se ubicaba la clínica del adolescente, agrega.

Para evitar el riego del contagio y que presenten un cuadro grave que afecte a la madre y al bebé, lo mejor es apresurar la vacunación anticovid para ellas.

En las fases del Plan Nacional de Vacunación presentado en mayo las gestantes no figuraban, conforme la evidencia científica avanza sobre la seguridad de inocularlas es ahora que el Ministerio de Salud da los lineamientos para hacerlo, aunque con certificado médico muchas ya recibieron sus dosis.

El médico Luis Araujo, presidente de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Guatemala (AGOG), señala que tres meses atrás sugirieron que las embarazadas estuvieran dentro de los grupos priorizados, pues “en teoría” son más vulnerables al coronavirus. Las complicaciones que pueden sufrir son las mismas que una persona no embarazada, sin embargo, acá son dos vidas las que están en peligro.

La recomendación que hicieron fue inocularlas a partir de la semana nueve de embarazo. Araujo dice que “la idea de vacunar a mujeres embarazadas es que el recién nacido al momento de ver la luz del día ya tenga algunos niveles de anticuerpos contra el covid-19”. Agrega que no hay ningún riesgo de recibir las dosis durante el período de lactancia.

Le interesa: Ven debilidades en la Ley contra el Femicidio que permiten un mal uso

Montenegro menciona que las gestantes o que han dado a luz recientemente tienen mayor riesgo de enfermarse de gravedad a causa del covid-19 en relación con las mujeres que no están embarazadas. Su estado provoca cambios en el cuerpo y facilita tener un cuadro severo a causa del virus respiratorio, y se asocia a parto prematuro.

Algunos factores que provocan mayor riesgo es ser mayor de 25 años y estar en ambientes con personas positivas. Hay que priorizar a las embarazadas con comorbilidades como diabetes e hipertensión.

¿Qué pasa con las menores de edad?

En Guatemala el embarazo de niñas y adolescentes es una realidad que golpea fuerte al país. A julio de este año el Osar reporta que 65 mil 373 menores de 19 años se convertirían en madres, población que de acuerdo con los recientes lineamientos de vacunación contra el covid-19 debe recibir las dos dosis. Hasta ahora los guatemaltecos comprendidos en esa edad están fuera de las fases que se han abierto.

Dentro de este grupo hay 3 mil 203 menores entre 10 y 14 años embarazadas, y Salud contempla que deben recibir la vacuna anticovid. Ante esta decisión, surge la discusión de que incluirlas es normalizar que niñas se conviertan en madres, pues estos embarazos son producto de violación sexual, así lo tipifica el Código Penal del país.

De por sí, enfrentarse a un embarazo a temprana edad pone en riesgo la vida de las niñas. Un reciente informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FPNU) señala que las menores de 16 años están cuatro veces más expuestas a sufrir muerte materna que las mujeres de mayor edad, y tienen el doble de probabilidad de que su bebé fallezca.

Recibir la vacuna contra el covid-19 es importante y puede salvarles la vida a ellas y a su hijos en caso de contagiarse con el virus, pues previene la enfermedad grave y la muerte, tal como ocurre con otros grupos de población.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recomiendan que las personas mayores de 12 años y más se vacunen contra el coronavirus. Araujo señala que la experiencia estadounidense y de otros países se estaría extrapolando para Guatemala, por lo que se está incluye a las menores embarazadas de dicha edad para inoculadas, y poco a poco se abre la ventana para que la vacuna llegue a todos los guatemaltecos.

Para optar por las dosis anticovid las embarazadas deben estar en el cuatro mes de gestación o estar en la semana 13. Las mayores de edad deben voluntariamente solicitar la vacuna, las menores, deben acercarse con sus padres o tutor legal a los centros de vacunación.

El protocolo refiere que a las mayores de 18 años puede administrárseles las vacunas de AstraZeneca, Moderna y Pfizer, mientras que las niñas y adolescentes optar por Pfizer y Moderna.

Vacuna para todas

El mayor reto para alcanzar a las gestantes con la vacuna anticovid será en las áreas rurales, ya que los esfuerzos se han concentrado en las zonas urbanas, donde el registro ha sido más ágil, hay más puestos de vacunación y la distribución de dosis es mayor.

A criterio del presidente de AGOG “hay que romper las barreras culturales que se tienen para administrarlas, el mensaje es claro para las embarazadas: vacúnese, es importante, y hacerlo lo más pronto posible para tener su esquema completo”, agrega.

Mientras que Montenegro menciona que a nivel de las áreas de Salud se debe socializar la vacunación a las embarazadas, con mensajes claros y sencillos para eliminar los temores y aclarar dudas sobre el proceso.

“Los mensajes de comunicación son clave para lograr una mayor cobertura”, dice Montenegro.

En los lineamientos establecidos por Salud, y avalados por el Consejo Nacional de Prácticas en Inmunizaciones (Conapi), se indica que en los puestos de vacunación se debe priorizar la atención a las embarazadas y darles consejería sobre la vacuna y la importancia de completar el esquema, así como realizar un monitoreo durante un mes sobre posibles efectos secundarios.

 

 

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.