Sobre este llamativo evento, los meteorólogos han ofrecido una explicación de cómo ocurrió.
Según el Instituto de Meteorología (Insivumeh), todo sucede en una altura donde la temperatura experimenta un cambio significativo, marcando el inicio de la estratósfera, que es clave para entender este fenómeno.
Allí, los gases calientes del volcán de Fuego encuentran una barrera que impide que puedan seguir subiendo continuamente, y por lo tanto comienzan a dispersándose y dan origen a la majestuosa nube.
En este caso, el viento jugó un papel fundamental y tuvo que ser moderado, permitiendo así que la fumarola del volcán alcanzara altitudes notables y se expandiera, entre 11 y 12 kilómetros.
¿Cómo se forma la nube?
El doctor Paris Rivera, del Servicio Meteorológico de Guatemala (SMG), explica que estas nubes llegan a formarse cuando un volcán está en acción.
Según Rivera, cuando un volcán entra en erupción, lanza al aire pequeñas partículas candentes. Estas partículas no solo viajan hacia arriba, sino que se agrupan formando lo que se llama un “pirocúmulo”.
Este pirocúmulo se eleva en el cielo y convive en las alturas con otros gases, vapor de agua y pedacitos de roca volcánica, conocidos como piroclastos.
Entonces, es en ese momento en que todo este calor generado por la actividad volcánica puede tener un efecto y hacer que la humedad en el aire se condense, como cuando se ven gotitas de agua en el exterior de un vaso frío en un día caluroso, explica el experto. Esto da lugar a la creación de este tipo de nube.
Este fenómeno, según Paris, es parecido al de las nubes lenticulares que suele formarse en las montañas más altas del planeta, y que muchos aficionados insisten en atribuirlo a la actividad alienígena. Sin embargo, son nubes comunes en los ecosistemas montañosos, apuntan los expertos.
— LuisFer el maltrecho y ajado (@fernanbarr) January 19, 2024