Según el Sistema Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Guatemala (Siinsan), hasta el 15 de agosto de 2021, se han registrado 20 mil 97 casos de desnutrición aguda infantil en niños menores de cinco años, un incremento del 13.7 por ciento según lo reportado en el mismo periodo del año anterior cuando se registraron 17 mil 678 casos.
En el 2020 Guatemala cerró con casi el doble de niños detectados con desnutrición aguda en comparación con años anteriores. Esto sucedió meses después que el gobierno lanzó la Gran Cruzada por la Nutrición como estrategia para el combate de este flagelo.
Hasta el momento son 26 los niños que han muerto a consecuencia de su bajo peso, en 2020 fueron 36 los fallecimientos registrados y el 96 por ciento de los casos se trata de menores de 24 meses.
Alta Verapaz sigue siendo el departamento que más casos registra, le sigue Jutiapa y después Chimaltenango.
La Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) confirmó este incremento del 13.7% en lo que va del año, sin embargo, indicaron que estos datos aún no han sido verificados y confirmador por el personal de las áreas de salud “debido a que el país está en crisis por la pandemia del covid-19”, indicó Juan Roberto Mendoza, coordinador de Monitoreo de la Dirección de Planificación Monitoreo y Evaluación de la Sesan.
Trabajo de brigadas
Según agregó Mendoza es posible que el impacto de la pandemia en la economía familiar tenga un efecto en el incremento de casos de desnutrición aguda en niños menores de cinco años. La Sesan analizó la situación de inseguridad alimentaria aguda a nivel nacional y mostraron que durante el período de hambre estacional, de mayo a agosto de 2021, cerca de 3.5 millones de personas se encontraban en Crisis o Emergencia (Fase 3 de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria).
Pero a esto proyectaban que la cifra disminuirá a 2.5 millones durante el periodo de menor inseguridad alimentaria aguda, es decir, entre septiembre 2021 y enero 2022.
Laura Melo, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Guatemala, indicó que s indudable que Guatemala está viviendo un periodo muy difícil a consecuencia de la pandemia, las tormentas Eta y Iota y el periodo de hambre estacional que afecta al país cíclicamente cada año.
Sin embargo, agregó que el aumento de casos de desnutrición aguda puede tener su explicación a que se está haciendo una mejor identificación de los mismos a través de las brigadas de búsqueda activa.
Según información oficial actualizada al 17 de agosto de este año, las brigadas han evaluado a 794 mil 195 niños, de los cuales 1 mil 538 se encuentra en una alerta roja o amarilla según la medición de la circunferencia media de su brazo.
En estos niños se encontró que 510 tenían un diagnóstico de desnutrición ocasionada por una deficiencia grave de proteína en la dieta.
“El aumento de casos no es solo por la existencia de los casos en sí, sino porque hay más esfuerzos para identificarlos esos casos. Ese esfuerzo proactivo viene del ministerio de Salud y con apoyo de varias entidades de la comunidad internacional que han instituido las brigadas móviles para identificar a los niños que están en riesgo. También nos damos cuenta que el año pasado había un miedo bien grande en la mayoría de las familias por acudir a los centros de salud debido al covid, ahora la gente está menos temerosa y está yendo con más facilidad a los centros de salud”, agregó.
Pero aunque el aumento de los casos se deba a esta identificación temprana, algo de lo que está de acuerdo Sofía Letona de la organización Antigua al Rescate, el problema es que no se hace una seguimiento adecuado a todos estos niños.
“Hay entidades de Gobierno que sí hacen su trabajo y hay quienes solo tienen que darle seguimiento al trabajo previo y no lo hacen. Sin importar cuánto trabaje la Sesan y el Ministerio de Salud en barridos y en atención, sino se da el seguimiento con insumos, alimentos y visitas periódicas de nada va a servir”, mencionó.
Aunque la desnutrición está extendida en todo el territorio nacional, según observa Letona en el corredor seco -lugar donde tienen programas de intervención-, existe una desatención del Gobierno a todas estas familias.
“Las comunidades están completamente abandonadas y olvidadas por el gobierno, no hay una atención integral para nadie. Llevar atol de vez en cuando o depender de vitaminas no es la gracia, lo importante es tener programas integrales que ayuden a formar solidaridad entre la comunidad”, mencionó.
Además, agregó que según los datos que proporciona Siinsan, la desnutrición aguda se reporta únicamente en niños menores de cinco años y se desconoce en qué situación están todos estos menores cuando superan esa edad ya que no existe se seguimiento.
“El seguimiento llega hasta donde llegue el control de la cartilla de vacunación que es hasta los 60 meses (5 años). Esto quiere decir que los datos de niños con desnutrición que tengan más de cinco años no existen y quedan desprotegidos justo en la edad en la que deben integrarse a la escuela”, agrega.
