Esta decisión, basada en el “empoderamiento” de la mujer con el fin de “derribar mitos”, es la que la ha llevado a participar en la “tetada” de Guatemala, organizada con motivo de la semana de la lactancia por La Liga de La Leche y a la que asistieron decenas de madres con sus bebés en brazos.
Otra de ellas es Brenda Martínez y su pequeña Aisha, de poco más de un año. Aún recuerda como al principio, cuando empezaba a dar el pecho a su hija en público, sentía cierto pudor y se “cubría”.
Mas ahora ya no le importa lo que piensen o lo que digan y admite que este “mamatón” sirve para “normalizar” un acto natural y para que la sociedad, con prejuicios bien marcados, no las “juzgue”.
Con el férreo convencimiento de que dar de mamar es lo mejor para los pequeños -“hay que amamantar”, repite una y otra vez-, Brenda explica que ella dará el pecho a su pequeña, su primera hija, “hasta que ella quiera” y añade que lo natural es que sea hasta los 6 años.
“Si ella quiere hasta los 6 será hasta los 6”, enfatiza rotunda mientras la pequeña la mira atentamente desde el suelo, donde las mamás, sentadas, alimentan a sus hijos en la avenida Las Américas.
La presidenta de La Liga de La Leche, Maritza Cabrera, dice que esta cita ha ido creciendo con el paso de los años. Las madres son cada vez más conscientes de la importancia de la lactancia, aunque aún hay grupos, sobre todo en el interior del país, que “no tienen acceso a la información”.
“Lamentablemente es una liga urbana”, reconoce con cierto pesar, pero enfatiza que el objetivo es seguir creciendo y abriendo grupos en el interior del país, como los que tienen en La Antigua, Chiquimula y Suchitepéquez.
Pero lo “hermoso” de esta responsabilidad que se adquiere de forma voluntaria y por convencimiento, es el “compromiso de madre a madre”. Muchas veces, explica Cabrera, los doctores no tienen “ni el tiempo ni el conocimiento” para hablar del tema, por lo que las mujeres madres se convierten en el mejor apoyo para las demás.
El tabú y la ignorancia sobre la importancia de amamantar persiste en muchos países del mundo y Guatemala no se escapa. En este país solo el 15 poer ciento de los niños es alimentado exclusivamente con leche materna durante los primeros seis años de vida.
Aunque la cifra aumenta hasta el 40 por ciento en los primeros días esto no es suficiente, ya que lo mínimo es hasta los dos años.
Es por ello que Cabrera hace un llamado a todas las madres para que usen este “recurso de la naturaleza” que les permitirá tener hijos fuertes y sanos.