Un reporte de la Oficina de Información Pública del referido ministerio da cuenta de que este ha aceptado múltiples donaciones, entre las más destacadas están los insumos médicos y hospitalarios por Q16.1 millones, entre los que se cuentan ventiladores y equipo de protección para el personal sanitario.
Además, Salud ha recibido donaciones millonarias de medicamentos. Aunque el reporte no especifica cuáles, el valor de estos llega a Q14 millones 247 mil.
También se cuentan aportes recibidos en equipo de cómputo y un software para el ahorro de papel por Q1 millón 846 mil, así como 11 vehículos -tres paneles, tres microbuses y cinco motocicletas- por un monto de Q925 mil.
Las pruebas para la detección de covid-19 que han sido otorgadas a Salud, figuran con un monto de Q802 mil, mientras que una donación de equipo de aire acondicionado se estimó en Q238 mil. También se recibieron varios electrodomésticos como microondas, secadoras de ropa y televisores por Q113 mil.
Esperamos mejora en los servicios
La mayoría de las donaciones provienen de la iniciativa privada, según el reporte. Por ejemplo, la Fundación para el Desarrollo de Guatemala lleva a cabo una campaña entre empresas para que se sumen a la compra de pruebas.
De esa cuenta ha donado miles de estas al Ministerio de Salud convencidos de que la curva de contagios se aplanará, no solo con las medidas de distanciamiento social, sino también con la masificación de pruebas.
Los empresarios esperan que ese apoyo millonario que ha otorgado la iniciativa privada se traduzca en mejores servicios.
“Esperamos que el apoyo que nosotros estamos dando como sector privado se traslade en una mejora de los servicios de Salud para la población en general”, expuso el director ejecutivo de la Cámara de Industria de Guatemala, Javier Zepeda.
Los empresarios, destacó Zepeda, han hecho donaciones a todas las instituciones del Estado, las cuales suman más de Q110 millones “en donativos, especie e incluso efectivo”, y lo hacen como parte de “nuestra responsabilidad social con el país”, que se ha reflejado no solo en esta emergencia, sino también cuando han ocurrido otros desastres naturales.
“Sentimos que es parte de nuestra responsabilidad con el país, el ser solidarios en los momentos difíciles en esta crisis muy particular que nos tomó con un nuevo gobierno. Es una crisis muy atípica que no ha terminado”, aseveró.
Zepeda reconoce que la epidemia del covid-19 llegó al país justo cuando acababa de asumir un nuevo gobierno que encaraba un sistema de salud que ha sido muy deficiente durante muchos años; sin embargo, afirma que eso no debe ser justificación para que no se presten servicios de calidad.
“Han salvado al sistema”
La diputada Lucrecia Hernández, también exministra de Salud, refirió que las donaciones se han convertido en un salvavidas para muchos hospitales y centros de Salud, no solo las que ha hecho la iniciativa privada, sino también las comunidades en la provincia que suelen colectar insumos.
Sin embargo, criticó que para enfrentar la emergencia del coronavirus sea necesario depender de donaciones, y puso como ejemplo el hospital temporal del Parque de la Industria que “ha sobrevivido” de estas, y aseguró que, en más de una ocasión, cuando los médicos pidieron insumos o equipo de protección personal se les responden que “están gestionando donaciones”.
Esta situación es inaceptable, a criterio de la legisladora, puesto que el Congreso aprobó multimillonarios préstamos de los cuales más de Q1 mil 600 millones fueron para el Ministerio de Salud, que a la fecha ha ejecutado a duras penas un 4 por ciento.
“Es cuestión de falta de conducción y liderazgo político del Ministerio y la falta de conocimiento en la salud y administración pública”, apuntó la congresista.
También del extranjero
Las donaciones que ha recibido Salud son mucho más elevadas, puesto que el reporte no incluye las que han hecho países amigos.
Por ejemplo, en mayo pasado la Unión Europea entregó 70 mil pruebas para la detección y confirmación de casos sospechosos de coronavirus.
EE. UU. por su parte, en abril pasado se comprometió a entregar US$2.4 millones para mitigar la pandemia, fondos utilizados para fortalecer la atención clínica, prevención y control de infecciones en los establecimientos de salud y vigilar e identificar casos en todo el país, entre otros fines.
Posteriormente indicó que se haría una donación de US$6 millones más para proyectos de agua y saneamiento, siempre en el contexto de la emergencia por el nuevo coronavirus.
Toda esta ayuda EE. UU. no la canaliza a través del Ministerio de Salud, lo cual podría explicar por qué el presidente Alejandro Giammattei encendió la polémica el pasado 21 de mayo cuando aseveró que ese país “no es aliado de Guatemala” puesto que no había donado al país nada para enfrentar la pandemia.
Un vocero de la Embajada de EE. UU. en Guatemala explicó que en general, las donaciones que hace ese país no son fondos aportados directamente al Gobierno, sino que se dan en forma de asistencia técnica o suministros mediante “socios ejecutores”, los cuales son los responsables de ejecutar los proyectos.
En ese sentido, el portavoz explicó que el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) dona materiales según los requerimientos del Ministerio de Salud. Por ejemplo, indicó que este Centro donó US$120 mil en suministros de laboratorio solicitados por la cartera salubrista que se compraron por medio del Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica.
Además, precisó que los US$8.4 millones que se donarán a los ministerios de Salud y de Agricultura, se entregarán a esas carteras a través de socios ejecutores, los cuales no identificó, pero que trabajan “directamente” con estos.
“Usaid (Agencia de EE. UU. para el desarrollo internacional, en inglés) ha estado comunicándose y colaborando con varios ministerios del Gobierno de Guatemala y otras entidades para alinear prioridades de desarrollo mutuas”, añadió el portavoz.
El Ministerio de Salud no respondió a una solicitud de comentarios que le hizo Prensa Libre.