El ministro de Salud, Carlos Soto, explicó que “se trata de un aporte para la primera y segunda causas de muerte en Guatemala: la hemorragia obstétrica y los trastornos hipertensivos durante el embarazo”.
Agregó que con la adquisición “se busca beneficiar a toda la población femenina en edad reproductiva y a sus recién nacidos”, con el único objetivo de “reducir la muerte materna y neonatal”.
Roberto Molina, viceministro técnico de Salud, confirmó que los fondos para el equipo salieron del impuesto sobre bebidas alcohólicas.
“En el 2016 se recaudaron Q56 millones de este impuesto para salud sexual y reproductiva”, explicó Molina.
Agregó que por ley las bebidas alcohólicas tienen un impuesto del 15%, el cual se destina a la compra de anticonceptivos y al programa de atención materno-neonatal”.