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Obispos de la región abogan por migrantes

Obispos de Centroamérica y el Caribe mostraron su preocupación ante las medidas migratorias que anunció Donald Trump, a quien piden un diálogo de reconciliación.

Obispos centroamericanos visitan el lugar donde fue asesinado el padre Hermógenes, hace 38 años, en San José Pinula. (Foto Prensa Libre: Gabriela López)

Obispos centroamericanos visitan el lugar donde fue asesinado el padre Hermógenes, hace 38 años, en San José Pinula. (Foto Prensa Libre: Gabriela López)

Los religiosos aseguran que de ejecutarse las deportaciones masivas —una de las medidas que prometió en campaña— habría un fuerte impacto en las economías de la región.

Los 64 religiosos se encuentran en Guatemala en la reunión anual del Secretariado Episcopal de América Central y ayer, en San José Pinula, celebraron  una eucaristía en homenaje al padre Hermógenes López, asesinado hace 38 años, y quien está  en proceso de beatificación.

“Esperemos que cambie de rumbo porque sería un gran daño para estos países, hay mucha gente que ha emigrado de nuestros países a Estados Unidos buscando bienestar,  una mejor vida”,  afirmó Darwin Andino, arzobispo de Santa Rosa de Copán, Honduras.  

José Luis Escobar,  obispo de El Salvador, aseguró: “es una pena que países como la región centroamericana no puedan ofrecer a sus hermanos un lugar digno donde vivir y sean forzados a salir del país. Allá trabajan con honradez aunque no tengan documentos, eso no les vuelve criminales y no es justo que se les trate como tal, al contrario deben ser respetados sus derechos”.  

El obispo de la Diócesis de Tilarán Liberia, Costa Rica, Manuel Salazar, pidió a Nicaragua abrir sus fronteras. “Rogamos al Gobierno de Nicaragua que por razones humanitarias abra sus fronteras para que puedan seguir —los migrantes— y roguemos a Dios que el señor presidente de EE. UU. sepa ser humanitario”.   

Perdón al aborto

Con relación al anuncio del Papa Francisco de absolver el pecado de aborto de manera indefinida, los arzobispos aseveraron que  no hay pecado que no se pueda perdonar.  

“El Papa con este gesto quiere decir que Dios siempre perdona, y aunque uno se haya podido equivocar la misericordia de Dios es infinita”, manfestó Rubén González, obispo de Ponce, Puerto Rico.

“Es una medida que ayudará o facilitará especialmente a quienes han entendido el llamado de la Iglesia a acogerse a la misericordia de Dios para reconciliarse con él y con la Iglesia también”, señaló Aníbal Zaldaña, obispo de Bocas del Toro, Panamá.

“Cerrar las puertas a los inmigrantes es destruir una forma de ayuda, es cortar  el chance de superación de estas personas”. Rubén González, obispo de Puerto Rico.

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