Para reducir estas cifras, el Osar pide que se priorice la educación sexual y reproductiva y que para ello se asigne el recurso financiero que se obtiene del 15 por ciento del impuesto a las bebidas alcohólicas, pero, a dos meses de que finalice el año, solo se ha entregado la mitad del dinero.
El desabastecimiento de medicamentos y otros insumos en los hospitales, pero principalmente en los centros y puestos de salud, agravan la situación según los integrantes del observatorio y esto se suma a la falta de estrategias para promover la salud y una cultura de prevención.
Los expertos aseguran que Guatemala es uno de los pocos países que cuentan con una regulación para promover la salud sexual y reproductiva, pero aún con esa ventaja, estas leyes no se cumplen.
Los miembros del Osar solicitan a la próxima administración de Gobierno que se priorice la austeridad en el Ministerio de Salud y recomiendan que se reduzcan los gastos administrativos, de funcionamiento y en recursos humanos y evitar el contrato injustificado de personal.
También piden que el Congreso apruebe las reformas a la Ley de Contrataciones del Estado y que se apruebe una ley de medicamentos.
El embarazo en niñas, como una agravante de la violencia sexual sigue siendo cotidiano en Guatemala pic.twitter.com/pUWbpDcEA9
— osarguatemala (@osarguate) October 27, 2015