Según los familiares de la menor, ella estaba en el patio de la vivienda cuando por causas que se desconocen Zeus la atacó. Este caso ha abierto un debate acerca de la tenencia de este tipo de caninos, pero hay una legislación que regula la propiedad y posesión.
Rony Espino, coordinador de la Unidad de Bienestar Animal del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga), expuso que la “crianza violenta altera el comportamiento de los perros” y puede causar agresiones a personas.
Espino expuso que hay normas que deben cumplirse durante la tenencia de un perro de raza peligrosa y más cuando están en exposición en la vía pública.
Entre las recomendaciones que se hacen a los propietarios de caninos de razas consideradas peligrosas están el uso de correas especiales de acero para su guía y manipulación, pecheras para mejorar su adiestramiento y bozal, para evitar mordeduras.
La Ley para el Control de Animales Peligrosos establece que en 17 razas de perros se deberían aplicar cuidados integrales para evitar que estos desarrollen comportamientos violentos, tomando en cuenta que la crianza irresponsable altera a los caninos.
1.- American pitbull terrier
2.- Staffordshire terrier
3.- Rottweiller
4.- Tosa inu
5.- Dogo guatemalteco
6.- Dogo argentino
7.- Fila brasileiro
8.- Bullmastiff
9.- Bull terrier inglés
10.- Mastin napolitano
11.- Dogo de burdeos
12.- Presa canario
13.- Doberman
14.- Rhodesiano
15.- Akita inu
16.- Husky siberiano
17.- Pastor alemán
La agresión de los perros a las personas es subjetiva, según Espino, quien señaló que se ponen en riesgo quienes “crían perros para ataque y resguardo”.
Espino señaló que la tenencia irregular de un perro puede ser atendida por la Policía Nacional Civil (PNC) debido a que el Ministerio de Gobernación tiene la facultad de velar por esa posesión riesgosa e inadecuada.
Asimismo, indicó que la exposición “riesgosa e inadecuada de perros” en parques o vías públicas puede ser denunciada “inmediatamente” a la PNC y esa institución debe intervenir.
No todos consideran arriesgada la convivencia con caninos catalogados como “peligrosos” y la defienden, pero rechazan la crianza violenta.
Historias
Gino Barillas, presidente del Club de American Bully de Guatemala, señaló que “los perros de raza Pitbull, descendientes o híbridos, no son violentos, sino que sus propietarios son quienes los deseducan para la agresión y violencia”.
Mr. Snickers es prueba de lo que Barillas argumenta. Su campeón, de raza American Bully -descendiente del pitbull-, lo acompaña en la sala de su casa mientras brinda ofrece entrevista para Prensa Libre, el canino olfatea y se recuesta en los brazos de su propietario y en ninguna ocasión se sintió amenazado por la visita de desconocidos.
“Lo importante es que el perro -Snickers- conviva con las personas, mis hijas, mi esposa y yo estamos en constante relación con él. Es un perro campeón nacional e internacional en exhibiciones, pero jamás es violento con la gente, aislarlo de la relación con personas sería un detonante de violencia”, aseguró Barillas.
Barillas tiene crianza de perros y también es educador de estos, por lo que resalta que los caninos “reflejan el trato que reciben”.
En lo De Coy Mixco, Jesús Orantes y Nanuk, un perro de raza American Bully, tienen una relación de amistad de nueve años y no ha habido ningún episodio de violencia.
Nanuk refleja robustez, pero Orantes asegura que no ataca a las personas porque su crianza “se basó en tener vínculo con las personas” y eso afirma que da más seguridad de su pasividad.
“Un perro encadenado, aislado de la gente y sin alimentación es el que va a atacar a la gente cuando la vea, será una válvula de escape. Hay que ser cariñosos para que ellos lo sean”, dijo Orantes.
Otra pareja de amigos inseparables son Milo, un perro de raza American Bully, y Nacho, canino de raza chihuahua, ellos juegan a diario, pese a su diferencia de tamaño y fuerza, forjaron una convivencia pacífica.
Milo es amante de las pelotas y cuando ve una la persigue. Nacho no se queda atrás y sigue los pasos del American Bully en la casa. Ambos perros juegan y conviven en los mismos espacios sin discrepancias.
Mordidos
Los expertos recomiendan precaución para evitar agresiones. En lo que va del año, el Hospital Roosevelt ha atendido 71 casos de niños mordidos por perros, no todos catalogados como peligrosos, y 14 de ellos han sufrido lesiones graves.
La mayoría de mordeduras en niños ocurren en brazos y piernas, y algunas lesiones graves dejan secuelas de por vida, explicó a Noticiero Guatevisión el médico Ricardo Menéndez, de la Pediatría del Roosevelt.
En el Hospital General San Juan de Dios se han atendido al menos cien casos de niños mordidos por perros.
Víctor Manuel Santos, residente de Cirugía del San Juan de Dios, señaló que los pacientes son dados de alta cuando las mordidas son leves y que antes se les coloca la vacuna antirrábica y se les da tratamiento con antibióticos.
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