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Programas del Maga de asistencia a campesinos muestran baja ejecución

Institución es la llamada a ser clave para evitar una crisis alimentaria en el país de la cual ya han advertido instituciones académicas y agencias de la ONU.

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Una madre alimenta a sus hijos con una pequeña ración de frijol con tortilla en una comunidad de Camotán, Chiquimula. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan)

Los programas del Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) destinados al apoyo campesino muestran una ejecución presupuestaria baja cuando ya vamos por el séptimo mes de año, según el Sistema de Contabilidad Integrada Gubernamental (Sicoin).

El programa 11, acceso y disponibilidad alimentaria, tiene un presupuesto vigente de Q549.8 millones. Según el referido portal, a mediados de julio presenta una ejecución 44.22%, el equivalente a Q243.1 millones.

Aunque el número podría parecer aceptable para ir a poco más de la mitad del año, algunos subprogramas, proyectos y actividades muestran que las cifran se quedaron cortas. Un ejemplo, el de atención para el acceso alimentario que, en la partida dotación de alimentos, presenta una ejecución del 37.85%.

Asimismo, la partida promoción de la agricultura sensible a la nutrición y fomento de huertos ha ejecutado el 27.82%, de un presupuesto de Q120.6 millones, el equivalente a Q16.8 millones. De igual forma, la relacionada a asistencia por vulnerabilidad alimentaria que tiene un presupuesto vigente de Q1 millón 651 muestra un avance del gasto de 2.82%.

De los programas del Maga dedicados a la asistencia al campesino el que muestra más avance es el de agricultura familiar para el fomento de la agricultura campesina que tiene un presupuesto vigente de Q285.8 millones y una ejecución del 53.4%.

Sin embargo, según el Sicoin, poco más de los recursos ejecutado —Q78.5 millones— se gastaron en renglón de remuneración de personal, mientras que otros Q50 millones —poco menos del 33%— se gastaron en el pago de transferencias directas a personas.

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El resto del presupuesto ejecutado en este programa se diluyó principalmente en los renglones, seguros y fianzas, Q18.3 millones; sentencias judiciales, Q2.2 millones; y productos agropecuarios para comercialización, Q805 mil.

Crisis anunciada

Miles de familias campesinas padecen ya los efectos del incremento de los combustibles y consecuentemente de los alimentos. El más reciente informe de índices de precios al consumidor del Instituto Nacional de Estadística (INE) cifró en 7.55% la inflación, la más alta en 11 años.

Asimismo, informes nacionales e internacionales han advertido del riesgo de hambruna en Guatemala por el continuo incremento de los precios de los alimentos como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania. De abril del 2021 a abril de este año, el índice mundial de precios subió 29.8%.

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El precio de los alimentos comienza a impactar fuertemente a las familias más pobres de Guatemala. Una mujer prepara alimentos en una comunidad rural del oriente guatemalteco. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan.

Además, según el Programa Mundial de Alimentos, para finales del 2021, más de 3.73 millones de guatemaltecos pasaban penas para alimentarse, de los cuales 400 mil ya estaban a un paso de la hambruna. Este número, se estima, crecerá para septiembre de este año a 4.6 millones y 552 mil, respectivamente, según el más reciente análisis de inseguridad alimentaria elaborado por diversas instituciones nacionales e internacionales.

Especialistas concuerdan en que, en esa coyuntura, el Maga está llamado a liderar la asistencia alimentaria para las familias más vulnerables, para evitar una agudización del hambre que podría llegar a una situación de catástrofe en un gran número de familias.

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Omar Jerónimo, Organización Campesina Chortí Nuevo Día

Dramática situación

El oriente guatemalteco es una de las regiones que más complicaciones enfrenta por el encarecimiento de la comida.

En muchas comunidades los adultos han dejado de alimentarse un tiempo de comida para dárselo a los niños, comenta Omar Jerónimo, integrante de la Organización Campesina Chortí Nuevo Día, que trabaja en Chiquimula.

En ese departamento, el quintal de frijol cuesta hoy en día Q600 cuando hace un año estaba a Q375, mientras que el maíz en ese lapso pasó de costar Q160 el quintal a Q230. Eso explica el por qué las limitantes de las familias para alimentarse, refirió.

El dirigente campesino lamentó que en esa región del país es recurrente que las comunidades atraviesen hambre de abril a septiembre al agotarse las reservas alimenticias, pero el encarecimiento de los productos ha agudizado la problemática.

Usted camina por las comunidades y donde quiera que voltee va a ver niños desnutridos. Ahorita mismo también tenemos un éxodo de jóvenes yéndose a EE. UU. o México a buscar trabajo para mandar algo para que la gente coma”, dijo Jerónimo.

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La desnutrición aguda afecta a los más pequeños por la falta de alimentos. (Foto Prensa Libre: María Reneé Barrientos Gaytan).

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Las estadísticas son peores de lo que dicen las cifras oficiales. Y la situación podría empeorar, reconoce, si en los próximos meses comienzan a escasear los granos básicos por el conflicto en el este de Europa.

De esa cuenta llamó al Gobierno a implementar de manera urgente una estrategia que, en primer lugar, otorgue alimentos a las familias que sufren hambre en estos momentos y luego apoyar a los campesinos con semillas mejoradas, herramientas y fertilizantes para que puedan aumentar las cosechas que se siembran en septiembre y que se recogen a inicios del año siguiente.

Con los años la situación en el campo se ha agudizado y cada año se pierde aproximadamente el 10% de las cosechas, en relación con el año anterior, refirió Jerónimo, debido al aumento de precio de los insumos o bien sea por las sequías o lluvias excesivas.

Aquí el hambre es cíclica. Todos los saben, pero nadie hace planes o proyectos para atender esta crisis”, dice el dirigente. Antes el hambre empezaba en abril, pero ahora comienza en febrero, agrega.

Crítica

Miriam Suyuc, analista de la Coordinadora de Oenegés y Cooperativas de Guatemala, refirió que el mandato del Maga es acompañar a los campesinos para garantizar la producción de alimentos, resguardarlos y garantizar la inseguridad alimentaria.

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Sin embargo, lamentó que la cartera se ha dedicado solo a la entrega de estipendios que, por un lado, son insuficientes y que no solucionan de fondo la problemática.

Respecto a la ejecución presupuestaria del Maga, hizo un llamado a optimizar los recursos puesto que “más del 80% está destinado a funcionamiento y “muy poco queda” para la asistencia de las familias campesinas.

La entrevistada afirmó que áreas de las Verapaces que fueron afectadas por las tormentas ETA e Iota han sido afectadas de nuevo con las lluvias de este año frente a “una ausencia total del Maga”. “En Chisec, solo a una comunidad llegó la ayuda de 20 que hay”, señaló.

El Maga ofreció responder a una solicitud de comentarios que le hizo Prensa Libre, pero hasta el cierre de esta nota no lo había hecho.

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