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Programas de apoyo a campesinos tuvo un recorte de Q200 millones

Espacios presupuestarios asignados a estos proyectos sufrieron un recorte de Q200 millones durante el año, de los cuales Q117 millones se le restaron en diciembre lo cual permitió que no se reflejara una ejecución aún más baja.

Los daños que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota en al agricultura son numerosos; los campesinos de infrasubsistencia necesitan ayuda. (Foto Prensa Libre: MAGA)

Los daños que dejaron las tormentas tropicales Eta e Iota en al agricultura son numerosos; los campesinos de infrasubsistencia necesitan ayuda. (Foto Prensa Libre: MAGA)

El Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación (Maga) logró mejorar, a base de traslados de espacios presupuestarios en los últimos 15 días del año, la ejecución de los programas de asistencia a las familias campesinas, que al final del año pasado reflejaron un gasto cercano al 82% de su presupuesto, según el Sistema de Contabilidad Integrada del Estado (Sicoin).

Este porcentaje, no obstante, no le alcanzó al Maga para dejar de ser uno de los ministerios menos eficaces del 2020, con una ejecución general del 70%, la cual hubiera sido peor si estos programas no hubieran sufrido recortes presupuestarios por más de Q200.3 millones a lo largo del año.

A mediados diciembre la ejecución del Ministerio era apenas del 52%, y solo en este mes los recortes de espacios presupuestarios en los programas de apoyo a las familias campesinas llegaron a los Q117 millones; es decir, se prescindió de esos recursos cuando poco o nada se podía hacer ya por invertir en estos proyectos que están destinados a auxiliar a los agricultores de subsistencia.

Este programa, de acuerdo con el Sicoin, comenzó el año con un presupuesto de Q601.7 millones, los cuales al restar los recortes se redujeron a Q401.4 millones, de estos ejecutó el 82.8%, pero de no haber tenido disminuciones, la ejecución sería apenas del 55%.

La mayoría en sueldos

Del total del gasto que este programa tuvo en 2020 —Q332.37 millones —, el 78% se utilizó para el pago de sueldos y salarios, el 20% para la compra de materiales y suministros, y apenas un 0.01% se invirtieron en transferencias corrientes.

Aunque los subprogramas de Apoyo para el consumo de alimentos y de Asistencia para el mejoramiento de los ingresos familiares registran una ejecución por arriba del 80%, resalta que el de Apoyo a los agricultores en la prevención de la desnutrición crónica apenas llegó al 30%.

Los otros programas a cargo del Maga y que se quedaron más cortos en su ejecución son el de Desarrollo sostenible de los recursos naturales, 57% de ejecución, y el de Apoyo a la productividad y competitividad agropecuaria, 64%.

Críticas

Miriam Suyuc, analista del Instituto para la Democracia de la Coordinadora de Oenegés y Cooperativas, lamentó los recortes presupuestarios que a lo largo del año sufrió el Maga puesto que eso lo ha debilitado, sobre todo el programa de Agricultura campesina que “está destinado a 800 mil hogares de infra subsistencia y excedentarios”.

“Evidentemente tenemos para este año —2020— una de las peores ejecuciones presupuestarias de los últimos años. Estamos ante un Maga que ha demostrado su ineficiencia ante las demandas y necesidades del sector al que le corresponde atender”, subrayó la analista.

Miles de familias subsisten de la agricultura. Un hombre y su hija en Jocotán, Chiquimula. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Además, mostró preocupación después de que cientos o miles de agricultores perdieron sus cosechas en noviembre pasado por las tormentas tropicales Eta e Iota.

El diputado Jairo Flores, coordinador del Frente Parlamentario contra el Hambre, coincidió con que, de no haber hecho el Maga una serie de transferencias presupuestarias a finales del año, la ejecución de los programas de apoyo al campesino sería “más catastrófica”.

Señaló que transferir espacios presupuestarios “de último momento” solo para mejorar la ejecución demuestra la “ineficiencia y falta de programación y planificación financiera” de las autoridades, así como el hecho de que “no hay un interés del gobierno central en los programas de combate al hambre y la desnutrición”.

“Es preocupante, porque estamos en un país donde la mayoría de las personas son agricultoras y hay una gran cantidad de familias afectadas por las tormentas tropicales”, enfatizó el legislador.

También criticó que otros programas como el de atención a desastres naturales solo hayan obtenido una ejecución del 55% cuando “debió ser del 100%” luego de las tragedias que han impactado al país.

El ministro —José Ángel López— tiene las capacidades y el conocimiento, pero no cuenta con el apoyo del gobierno central, no lo han dejado armar sus equipos que le permitan trabajar libremente”, concluyó Flores.

La inestabilidad dentro del Maga puede ser una de las razones de su baja ejecución. De hecho, junto con el de Trabajo es el segundo ministerio que ha hecho más rotaciones en su cúpula. Por lo menos se ha relevado a un ministro y tres viceministros.

Respuesta

La oficina de Comunicación del Maga reconoció que hubo una baja ejecución del presupuesto de los programas de Agricultura familiar y de Apoyo a la productividad, y entre otros factores lo justificó con el hecho de que el Congreso no aprobó el presupuesto 2020 lo cual obstaculizó la ejecución ya que el vigente “fue formulado en el 2018 y no responde a las necesidades reales” del 2020.

Sumado a ello, añadió, el presupuesto del programa de Agricultura Familiar se financia en su mayoría por ingresos provenientes de la recaudación tributaria por lo cual también se vio impactado porque esta disminuyó a causa de los efectos económicos provocados por la pandemia del covid-19.

Eta e Iota dejaron severos daños a la agricultura de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“De las cuotas financieras solicitadas únicamente recibimos el 59.33%. Esta disminución en la aprobación para el Programa 11 limitó el cumplimiento de planificación institucional”, subrayó la dependencia en una respuesta a Prensa Libre.

Otra parte, el 11%, está financiada por el Programa de Desarrollo Rural Sustentable para la Región Norte, el cual ya no está vigente y este año se convirtió en “un bolsón sin financiamiento” que infló el presupuesto de la institución.

“El Maga ejecutó casi la totalidad de fondos que recibió”, destacó la oficina.

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