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René Corado: “Hice realidad mis sueños”

Detrás de una camisa de cuadros, pantalón de lona, botas y sombrero está René Corado, a quien la vida le deparaba múltiples lecciones que le sirvieron para alcanzar el éxito. Oriundo de El Chical, Morazán, El Progreso, este biólogo pasó su niñez en medio de árboles, río y una casa de adobe.

Corado asegura que aún tiene sueños por cumplir.

Corado asegura que aún tiene sueños por cumplir.

La pobreza y la desigualdad fueron parte de los amigos con los que jugó. “Era una aldea pobre, como muchas del país; pero para mí era un paraíso, donde podía disfrutar de la libertad”, asegura.

Pudo haber sido escritor o comerciante, pero el amor por la naturaleza lo llevó por el camino de la biología. Ahora es gerente de la Western Foundation of Vertebrate Zoology, California, el museo con la mayor colección de huevos y nidos en el mundo.

¿Cómo se consigue cambiar el panorama de las limitaciones económicas y la falta de oportunidades?

Desde que trabajé como lustrador allá por 1968, cuando tenía 8 años, iba a las casas de la zona 2, que en ese tiempo era una zona de personas adineradas. Cuando lustraba zapatos, escuchaba hablar de viajes fuera del país, miraba las casas con grandes jardines y las mesas llenas de comida. Todo eso era un sueño para un niño pobre. Mi papá siempre me dijo que con trabajo alcanzaría lo que yo quisiera.

¿Cree que las oportunidades llegan en su tiempo o se deben buscar?

No creo en la suerte, más bien donde uno se encuentra debe aprovechar lo que se tiene. Por ejemplo, en este primer trabajo, los dueños contrataron a una maestra para quienes quisieran aprender a editar y corregir textos. Al inicio asistimos 35; con los días me quedé solo yo. Los dueños me permitieron terminar el curso. Luego de año y medio de laborar en la empresa, fui promovido a supervisor y encargado de aquellos que se burlaron de mí.

¿Ahora es director de ese museo donde fue víctima de discriminación?

Siempre fui ambicioso con los sueños, y tengo claro que todo requiere trabajo duro y sacrificio. Así que mientras era jardinero, estudiaba por las noches, y siempre preguntaba, así aprendí todo lo relacionado con el lugar. Ahora, soy biólogo y gerente del museo donde fui jardinero.

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